Los niños, las víctimas invisibles de la guerra contra el narco y el crimen organizado
México se conmocionó por el asesinato de un bebé durante una balacera en Minatitlán.
Zona Centro
El Universal - 2019-04-27
Más de 16.700 niños han sido asesinados y 6.400 desaparecidos en México desde 2007.
"Que un bebé muera en una balacera es terrible. No se puede entender. ¿Qué culpa tenía esa criaturita de que sus padres estuvieran en una fiesta donde el narco llegó a ajustar cuentas?".
Eso se pregunta una testigo del crimen ocurrido en Minatitlán, Veracruz, que conversó por teléfono con BBC Mundo.
Como muchos vecinos, tenía mucho miedo de hablar sobre el caso que el pasado 19 de abril conmocionó a México.
Entre 5 y 6 hombres con pasamontañas y armas de fuego irrumpieron en una fiesta de cumpleaños.
Abrieron fuego y mataron a 13 personas. Cuatro hombres, ocho mujeres y al bebé, Santiago, de 1 año.
Según la fiscalía de Veracruz, se trató de un ajuste de cuentas entre carteles rivales, los Zetas y el Cartel Jalisco Nueva Generación.
La matanza ha tenido un gran impacto en México y también se ha vuelto un motivo de discusión
entre políticos.
El bebé Santiago y su padre fueron puestos juntos en un féretro blanco.
Enterrado con su papá
El bebé asesinado, Santiago, estaba con sus padres.
Su papá era César Hernández, de 45 años, y también murió en el enfrentamiento.
Trabajaba como eventual o suplente en Petróleos Mexicanos y era entrenador de béisbol . Los testigos de la balacera aseguran que intentó proteger a su hijo antes de morir por los disparos.
Pero no lo logró. Su hijo recibió un balazo en la arteria carótida, por lo que murió desangrado. La madre está herida en el hospital.
"Santiago era tan pequeño que lo pusieron en el mismo ataúd que a su papá. Los dos en un féretro blanco", dice un testigo.
En una ceremonia que les hicieron en un estadio de beisbol, las escenas fueron muy tristes.
"Cuida a tu hijo. Van a estar por siempre juntos", gritaba desconsolada la abuela paterna del bebé.
En Minatitlán coinciden que esta matanza conmocionó a la población por el asesinato del bebé.
Miles de niños víctimas del narco
En Minatitlán coinciden que esta matanza conmocionó a la población por el asesinato del bebé. La muerte de Santiago recordó que los niños han sido las víctimas invisibles de la guerra contra el narco y el crimen organizado.
En los tres primeros meses de 2019 se registraron en México 285 homicidios dolosos contra menores de edad, un promedio de algo más de tres casos al día, según la Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM).
Esta coalición de 75 organizaciones hace sus mediciones con información del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
Los distintos expertos consultados apuntan a que los asesinatos de niños aumentaron de manera exponencial con la guerra contra el narco que comenzó en diciembre de 2006.
Desde entonces se han registrado unas 16.759 muertes por homicidio de menores de edad, de acuerdo a un estudio de REDIM hecho con varias fuentes oficiales.
La matanza de Minatitlán fue un ajuste de cuentas entre carteles rivales, según la fiscalía.
Familias completas asesinadas
La forma en que mueren los niños en los enfrentamientos armados en México ha ido cambiando, dice a BBC Mundo el director de REDIM, Juan Martín Pérez García.
Entre 2007 y 2009 eran sobre todo "víctimas colaterales", explica. "Los niños morían por balas perdidas en combates entre grupos criminales o grupos criminales y fuerzas del Estado".
Pero, a partir de 2010, comenzaron a documentar ataques dirigidos a menores.
"Los blancos eran los hijos de policías o soldados o los hijos de personas vinculadas al crimen. Comenzaron las venganzas", dice.
Y después, hacia 2012 "vimos con mucha preocupación como ya no eran solo homicidios, sino también empezaron a mutilar cuerpos. También asesinatos de familias completas, de los que se han visto muchos casos en los últimos años", dice.
Ejemplos hay en distintas partes del país, pero justamente en Minatitlán recuerdan uno que estremeció a Coatzacoalcos, a sólo 21 kilómetros de distancia.
En junio de 2017 un comando de hombres armados entró a asesinar a la familia Martínez Pech en su casa. Mataron al padre, a la madre y a cuatro hijos de 3, 4, 5 y 6 años.
La imagen de la madre rodeada de sus pequeños, todos muertos, causó consternación.
Primero fueron "víctimas colaterales", después se volvieron también blanco de los ataques.
El director de REDIM explica que los ataques directos y con violencia extrema contra menores es una forma del crimen organizado de generar terror.
"Es lo que buscaban asesinando al bebé en Minatitlán: generar terror, dolor, indignación. Y su cometido se cumple al haber una total impunidad. Si hubiera ante estos casos una respuesta de la autoridad que identifica a los culpables y los lleva ante la justicia, estos casos se reducirían de manera inmediata", dice.
Apunta que según los datos oficiales, de cada 100 casos donde las víctimas de delitos son niños, sólo uno tiene una sentencia condenatoria.
Huérfanos por el crimen
Aunque no hay números, son miles y miles los niños que han quedado huérfanos a causa del crimen organizado.
Uno de los casos más recientes sucedió en Tabasco, el pasado 21 de abril, cuando un comando armado asesinó a dos mujeres que viajaban en una camioneta y dejaron heridos a un niño de 10 años y un bebé de 6 meses.
Solo 1 de cada 100 carpetas de investigación donde los niños son víctimas tiene sentencia condenatoria.
El director de REDIM aprovecha este caso para explicar que estos actos de violencia necesitan la coordinación de distintas autoridades en todos los niveles de gobierno.
Los niños necesitan ser atendidos en su salud física y mental, deben ser reintegrados a su familia, se debe dar un seguimiento a esto, así como a su educación, entre otras cosas.
Explica que en México ya existe el marco legal para que estos niños sean atendidos, entre ellos la Ley General de Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes y el sistema Nacional de Protección Integral a Niños, Niñas y Adolescentes.
"Existen los mecanismos pero no se ponen en práctica porque la infancia no es un tema de prioridad política. Tampoco se le dedica el presupuesto que debería", dice.
La subsecretaria de Seguridad Pública, Patricia Bugarin asegura a BBC Mundo que la coordinación entre las distintas autoridades es importantísimo y que están trabajando en ello.
Dice que la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana tiene "un gran reto" de construcción de paz y seguridad.
"Más allá de los temas de seguridad y procuración de justicia, debe haber una reconstrucción del tejido social, relacionado con las áreas de bienestar social: ver si los recursos y programas están llegando a los jóvenes, que tengan oportunidades. Esto no es un cambio de la noche a la mañana", asegura.
También cuenta que se está trabajando con la Guardia Nacional, el nuevo cuerpo de seguridad que se espera comience a operar a mediados de este año.
Dice que este cuerpo de seguridad debe saber cómo reaccionar ante los casos donde hay niños y que se les debe dar una atención específica.
Niños reclutados
Otra forma en que los niños se han visto afectados por el narcotráfico y el crimen organizado es que son reclutados para formar parte de sus filas.
No hay una cifra de cuántos niños podrían formar parte de las filas del narco y el crimen organizado, pero que hay evidencia que es cada vez más grande.
Uno de los casos más emblemáticos y el primero documentado en México es el del "el Ponchis" o el "niño sicario", que habría sido reclutado por el crimen organizado a los 11 años.
Se dedicaba, junto a otros niños, a distribuir cocaína a los narcomenudistas en el estado de Morelos. En 2010, a los 14 años, fue detenido acusado de posesión de armas exclusivas del ejército y por su participación en secuestros, torturas y homicidios.