Lorenzo Antonio Portilla Vásquez, historia de una farsa

Qué casualidad que ya que se acerca la fecha de renovación del Órgano de Fiscalización Superior (ORFIS), el Auditor General, Lorenzo Portilla, anda preocupado y ocupado en promocionar sus actividades al interior de este organismo, ¿Qué raro no? Antes no sacaba ni las narices, ni sabíamos de él, ah pero hoy en día, se anuncia en los medios hasta para ir a dormir. Debemos de preguntarnos algo y hacerle la pregunta al Auditor General, ¿Cuál ha sido el beneficio de realizar tantos y tantos cursos? ¿Cuál ha sido el costo de cada uno de ellos? Y sobre todo ¿valdrán de algo sus patadas de ahogado en busca de su reelección?

Hay que recordar que año con año se capacitan a los funcionarios en materia de auditoria, sin embargo extrañamente sigue habiendo observaciones tanto para el órgano de fiscalización, como para los entes auditables, ¿En que estarán fallando entonces dentro del ORFIS? De igual manera se debe de recordar lo sucedido en el año 2017, el ORFIS observo daño patrimonial a varias áreas auditables del gobierno del estado incluyendo municipios, y los diputados de la LXIV legislatura sin sustento alguno quitaron 324 millones observables, el ORFIS lejos de aplicar la ley que además le asistía desconoció sus propios hallazgos y observaciones, dejando sin curso legal todos y cada uno de ellos, lo cual es grave.

No podemos dejar de mencionar que derivado de lo anterior fueron afectados muchos veracruzanos ya con esos millones de pesos que el ORFIS y su Auditor General Lorenzo Portilla dejo de observar se afectan obras y acciones que debieron de realizarse en muchos municipios. ¿Y ahora quiere reelegirse? Que descaro de tipo, que cinismo y que poca falta de memoria. Es la corrupción andando.