El titulo de este trabajo lo tomé de un bellísimo ensayo de Ugo Pipitone, sobre el desencanto que nos han producido algunas propuestas. Reflexiones que hace falta que se emprendan con amplitud y profundad. Justamente el debate que Carlos Marx y Federico Engels dieron con los intelectuales de corrientes diferentes del socialismo es ejemplar. Para los fundadores del socialismo científico era de primer orden poner en su justo lugar a las expresiones que pretendían encaminar al socialismo por senderos romanticistas, utópicos, anarquistas y revisionistas, porque consideraban que no solo eran desviaciones del proyecto del proletariado sino que esas desviaciones provocarían frustraciones en las las clases explotadas que terminarían retrasando su emancipación.
Ese es el debate que hoy necesita dar la izquierda contra las propuestas populistas que no sólo distorsionan la ideología y la praxis de la izquierda sino que la suplanta para arrastrar los sectores tradicionales de la izquierda. Es cierto la izquierda comprende un abanico muy amplio de ideas y fuerzas políticas. Creo que el texto izquierda - derecha de Norberto Bobbio, deja muy claro que el eje para definir la izquierda es el concepto de igualdad. Por lo demás es sólo un recipiente que debemos delimitar. El concepto viene de lejos. En la página 110 de Oceana de James Harrimgton, escrita en 1656, relata: ...había una barandilla cerca de la mesa a la que se sentaban y a cada lado de ella un púlpito; en el de la derecha para cualquiera que hiciese una proposición y el de la izquierda para todo el que quisiera mostrarse opuesto a ella. Apenas cinco años había publicado Hobbes el Leviatán, la más grande obra sobre teoría del Estado, incluso se llegó a decir que el primer capítulo de Oceana era de Hobbes, lo cual es fácil.
Oceana es histórica, republicana. El Leviatán es abstracta y monárquica. Pero sin duda alguna la izquierda nace en 1789 cuando los nobles y el clero se sientan en la Constituyente del lado derecho y la burguesía del lado izquierdo. Años más tarde los partidos obreros le expropian a la burguesía ese rótulo.
Rótulo que fue abriéndose a todas las fuerzas que buscan hacer menos despiadada la expoliación y menos desigual la sociedad. Con lo que queda claro que izquierda no es un concepto ideológico sino práctico para abarcar un sinnúmero de corrientes teóricas y prácticas que se movilizan por realizar, en algunos casos gradual y en otros súbitamente, la emancipación de las clases subalternas. Desde los días en que Marx sostenía que los trabajadores no tenían más que sus cadenas que romper ya circuló mucha agua debajo del puente y los trabajadores han tenido acceso a conquistas que han alterado sus condiciones de vida pero también su formas de concienciencia social, y si tomamos en cuenta que los trabajadores han sido bombardeados culturalmente pero también corrompido sus órganos de lucha y ahora su vanguardia política política es suplantada por un populismo vernáculo , se hace inaplazable deslindar que cabe y que no cabe en ese rótulo práctico llamado izquierda y denunciar a sus corruptores.
Es muy lamentable que muchos luchadores de reconocida solvencia de izquierda estén no sólo escondidos sino avalando un movimiento que medra con el rótulo de izquierda, con lo cual le hace un daño muy grande a la lucha por la emancipación de los trabajadores y del cual será muy difícil recuperarse. No me preocupa los bandazos de algunos intelectuales que siguen negando o tratando de legitimar las depredaciones de Amlo, ni siquiera de algunos o algunas que que no quieren entender que en estos momentos lo que urge es reestablecer las reglas de convencias y los contrapesos a un poder desbocado, cuestionando tanto tanto a los que abusan del poder como a quienes quieren parar ese abuso, bajo puritanismos manidos, con tal de salir inmaculados, olvidando que las mejores obras intelectuales las han abortado hombres de partido como Sócrates, Platón, Aristóteles, Hegel, Weber, Bobbio... No , eso no me preocupa, porque finalmente el intelectual brinda luces, pero el que realiza los cambios es el político. Lo que el intelectual debe entender que cuando se dice que la política es el arte de lo posible, nos es para justificar oportunismos , es para comprender que como bien decía Maquiavelo, en política no siempre se puede combatir el mal con el bien, por eso no caben catálogos moralistas, porque la política tiene su propia ética y vamos a decirlo con Kant, a veces el bien común hay que alcanzarlo con lo que se tiene, si son demonios, con ellos restablezcamos el equilibrio de la República, porque sin ese equilibrio ni hay libertad ni hay República. Para que queremos un grupo de ángeles sin libertad y sin República.
Si con el PAN, el PRI y el PRD, podemos quitarle terminar con un poder absoluto que ha concentrado en las manos de Amlo el poder ejecutivo, el poder legislativo y el poder judicial, no hay de otra, votemos por el PAN, el PRI y el PRD, para impedir que se sigan entregando los contratos de PEMEX, el ISSSTE, el IMSS, Aeropuerto y Servicios Auxiliares a primos y amigos, para que volvamos a tener Seguro Popular, para tener guarderías, para que nuestros niños con cáncer vuelvan a contar con medicinas, para que no falten medicinas y vacunas en nuestros hospitales, para que se vuelva a combatir al crimen organizado, para proteger a nuestras fuentes de empleo, para proteger a nuestros héroes de bata blanca, para enfrentar la pandemia no con amuletos sino con seriedad y no se haga más negocio comprando ventiladores e insumos médicos, para que podamos disentir sin ser perseguido o encarcelado.