Proyecto de agua de Pánuco a Monterrey debe cancelarse: investigador

El proyecto Monterrey VI debe ser cancelado porque además del grave impacto ecológico, carece de consulta a la población afectada, además no se exploró otras opciones de menor impacto ambiental y de más bajo costo para abastecimiento de agua para la ciudad regiomontana, aunado a la “oscura” asignación al grupo empresarial involucrado, advirtió el investigador en Territorios, políticas y culturas del agua del Colegio de San Luis (COLSAN), Francisco Javier Peña de Paz.

Precisó que no hay representación de la población afectada ni hubo ningún tipo de consulta a la ciudadanía que habita los municipios, comunidades y ejidos de donde se extraerá el agua tanto de Veracruz como de San Luis Potosí, localizados en la Cuenca del Pánuco, a pesar de ser parte del Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo.

Añadió que hay un “gran” problema de carácter ecológico-ambiental, ya que cualquier trasvase –obras hidráulicas- puede generar impactos acumulados de consecuencias imposibles de cuantificar porque con el cambio climático los fenómenos se comportan de manera distinta, aunque “los administradores de Monterrey piensen que siempre hay agua, la verdad es que hay sólo pocos días de lluvias con comportamiento errático”.

Cuestionó la autorización de la Comisión Nacional del Agua para extraer 15 millones de metros cúbicos cuando ya cuenta con una autorización para extraer 12 millones de metros cúbicos, lo cual significará que tendría más del doble con el proyecto Monterrey VI.

Enfatizó que dicha extracción hace suponer a varios especialistas que no toda esa agua sería para consumo humano, sino que más bien sería utilizada para hacer un gran depósito para luego usarla en procesos de extracción de gas y explotar los yacimientos que hay en esa zona norte del país y que con la nueva ley energética ya son permitidos a pesar del gran volumen de agua que se utiliza en el proceso, por ejemplo en el llamado fracking.

Puntualizó que la mejor alternativa para evitar daños ecológicos y afectaciones a la población, es cancelar el proyecto porque hay otras fuentes de abastecimiento más cercanas y otras opciones para que Monterrey haga mejor uso del agua que actualmente ya recibe.