Presenta Héctor Yunes Landa obra sobre Porfirio Díaz y Teodoro Dehesa

México cuenta con un acervo cultural y mucho material en las bibliotecas donde se puedan reconstruir los hechos históricos, como los del Porfiriato y de Teodoro A. Dehesa, afirmó el senador Héctor Yunes Landa.

Y como decía el ensayista inglés Thomas Carlyle que los libros son amigos que nunca decepcionan, expresó durante la presentación del libro “Porfirio Díaz y Teodoro A. Dehesa”, editado por Rodrigo Fernández Chedraui.

No tengo duda que este libro será reconocido, como otros que conjuntamente Esperanza Toral Freyre y Editorial Las Ánimas han producido y han sido galardonados, como: Los Surcos de la Mano Negra: Manuel Parra Mata, merecedora del Premio Nacional de las Artes Gráficas en 2011.

Coincidió con Rodrigo Fernández que esta obra honra el deseo de un xalapeño visionario, quien profesó amor por su tierra, y admiró la obra de Porfirio Díaz, me refiero a Sergio Chedraui Eguía, quien seguramente, desde donde esté, estará muy contento porque este libro finalmente vio la luz.

Agradeció a la editorial Las Animas y a su director General, Rodrigo Fernández Chedraui por su invitación a participar en la presentación del libro “Porfirio Díaz y Teodoro A. Dehesa” y por contribuir a un mejor conocimiento y una mejor compresión de nuestra historia.

Desde hace más-menos una década, Editorial Las Animas le apuesta, y lo hace muy bien, a la edición de un libro de formato especial, con una impresión de la más alta calidad, que hasta hace algunos años solo se producía en el extranjero, expresó.

Dijo que este libro narra parte de la vida de dos personajes juzgados ya por la historia. De un oaxaqueño y un veracruzano que sin su actuar, difícilmente se entendería hoy, el México en el que vivimos.

Uno Presidente del país y el otro gobernador de Veracruz, utilizaban el entonces sistema moderno, hoy obsoleto, de telegramas. Su relación personal no era nueva. Dehesa apoyó a Díaz en su campaña presidencial, detalló.

Y don Porfirio en retribución, impulsó la carrera política de Don Teodoro: de Diputado Federal, Senador de la República y Gobernador de Veracruz.

Exaltó la gran calidad de imágenes con las que cuenta el libro, en las que contribuyó el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CONACULTA), el Gobierno del Estado de Veracruz, el Acervo Fernández Chedraui, y la Fototeca Anticua A.C, entre otros.

En su calidad de senador veracruzano agradeció que se cuente con espacios en los que se proteja la cultura y las artes de mi tierra como es el Acervo Fernández Chedraui pues parte de la obra que tienen en protección fue el punto de partida de este libro.

Externó que es amplio el atractivo de la obra que el día de hoy comentamos, en la que es evidente el cuidado y la dedicación que fue puesta, resulta muy grata la curaduría de la aparición de imágenes, las fotografías y pinturas de paisajes que nos trasladan al México en los inicios del siglo XX.

Sin duda, además de la forma, es digno de reconocer a lo que llamamos fondo y esta es la calidad del contenido y el desarrollo del tema. La precisión con la que se abren y cierran los temas para escenificar el momento histórico.

Además de destacar la congruencia en cuanto al tiempo. La autora merece una felicitación por el orden y dedicación para colocar en su justa dimensión el actuar de Díaz y Dehesa durante ese año de intercambio epistolar.

La labor del historiador siempre adquiere complejidad frente a la multiplicidad de posturas que existen, pero Esperanza, la autora, con maestría logra estar por encima de dichas discusiones ofreciendo un diálogo de calidad.

Son puntos de convergencia los que nos ofrece la lectura para saber porqué la vida gubernamental de ambos personajes fue afín: el tema educativo, hacendario, de desarrollo económico, entre otros muchos más.

Esperanza detecta los claroscuros que engloban el extenso mandato de ambos (Porfirio Díaz 31 años de Presidente de la República; Teodoro Ángel Dehesa 19 años como Gobernador de mi Estado), haciendo un listado grande de las acciones que resultaron de los intercambios entre ambos políticos así como la situación social que prevalecía y a la que se llegó cuando Díaz se retiró de México.

Es un hecho que hay mucho material en las bibliotecas y en los acervos culturales que puede ordenarse y consecuentemente se puedan reconstruir los hechos históricos. Lo difícil es la manera magistral como ambos, Esperanza y Rodrigo, lo hicieron en esta obra.

Decía Napoleón Bonaparte que aquél que no conoce la historia está condenado a repetirla. Esta obra que hoy presentamos precisamente nos muestra parte de las historias de dos mexicanos que hoy siguen generando polémica.

Este libro nos permite conocer lo sustancial de cada personaje, conocer sus fortalezas, pero desde luego, también conocer sus debilidades.

En este sistema de libertades que cada quien tome su posición sobre cada uno de los dos personajes.