Presumía Miguel Treviño Morales, "Z-40", peso en Veracruz

Miguel Treviño Morales, "El Z-40", se jactaba de tener el control de la Policía Ministerial de Veracruz.

No lo dice uno de sus colaboradores o un testigo protegido, sino el propio líder máximo de Los Zetas en las conversaciones telefónicas que desde entonces le tenía intervenidas la Agencia Antidrogas de los Estados Unidos (DEA).

El expediente 08-057 de la Corte Federal del Distrito de Columbia revela que durante años los Estados Unidos intervinieron las comunicaciones de todos los mandos de Los Zetas, de Heriberto Lazcano "El Lazca" a Miguel Treviño "El Z-40", de Jorge Eduardo Costilla "El Coss" a Ezequiel Cárdenas Guillén "Tony Tormenta".

Una conversación telefónica intervenida el 26 de marzo de 2007 entre "El Z-40" y Samuel Flores, "El Metro Tres", entonces uno de sus socios, exhibe a los presuntos narcotraficantes planeando el envío de un cargamento de mariguana.

En ella acuerdan cobrarle al propietario de la droga una comisión de 20 dólares por cada kilo transportado.

Treviño, según el expediente, encargó a Flores Borrego la tarea de conseguir algunos "camiones cerrados" para el flete, ya que él tenía "el control de la Policía Ministerial por todo el estado de Veracruz".

El capo en ese entonces era uno de los altos mandos del denominado Cártel del Golfo, al que pertenecían Los Zetas.

La agencia antidrogas también señala que el 8 de mayo de 2007 interceptó otra conversación de "El Metro Tres", ésta vez con Mario Ramírez Treviño, "El X-3", uno de los últimos líderes del Cártel del Golfo.

En la llamada, hablan en lenguaje codificado de la aprobación y gestión del capo Jorge Eduardo Costilla Sánchez, "El Coss", del pago de un soborno de 2 millones de dólares a "funcionarios gubernamentales mexicanos".

La DEA asegura que Los Zetas utilizaban programas sofisticados para mantener archivos en computadoras portátiles y en dispositivos USB de almacenamiento de memoria, donde conservaban una extensa base de datos de sus operaciones.

Era el "cerebro" de toda la información de la empresa criminal, donde llevaban los registros de las cantidades de envíos de cocaína, identidades de los jefes de plazas y las ubicaciones de las mismas, así como los montos de pagos, sobornos a funcionarios, ingresos y adeudos.

La contabilidad de Los Zetas era rigurosa. El 10 de abril de 2007 Carlos Cerda González, "El Puma", le llamó a "El Hummer" para recordarle que le debía 55 mil dólares de unos kilos de cocaína que le había entregado en noviembre de 2006.

El ex militar revisó los registros y reconoció que había un saldo de 55 mil dólares, por lo que se puso de acuerdo con su acreedor para pagarle.