+ Columna de Eduardo Coronel Chiu, escrita en Diario AZ Xalapa y Veracruz
Zona Centro
Eduardo Coronel Chiu - 2017-03-21
Una vez consumada la autorización del congreso al gobierno de Miguel Ángel Yunes para sustituir la deuda pública del estado por nuevos créditos, 46 mil millones de pesos pagaderos hasta en un plazo de 37 años, no queda mucho que decir; mucho se dijo ya acerca de la falta de transparencia, costo social de esa medida y su beneficiario personal, un tributo político que puso a Yunes “feliz de la vida”, según él mismo expresó, a pesar de la situación de violencia, inseguridad y parálisis económica que aqueja a la entidad. ¡Cheers!
Pero quedan las consecuencias para la observación y crítica. La primera, de orden político, es el estado de la oposición, la proporción de fuerzas en los poderes del estado, la reducción del contrapeso al Ejecutivo en el Poder Legislativo. El bloqueo a la iniciativa del gobierno de Yunes no se sostuvo; se quebró la suma temporal de las bancadas del PRI y Morena (25) que balanceó al PAN-PRD y adherentes (25).
Los 12 diputados de Morena mantuvieron el voto en contra, en cambio el PRI mostró su debilidad, su fácil doblegamiento.
EL PRI: La falsa oposición
El PRI se vio incapaz de funcionar como oposición consistente en el Congreso, tomó fuerza de modo transitorio, dada la negativa de Morena y el requerimiento de las dos terceras partes de votos; pero acabó en una posición patética de patiño de la coalición PAN-PRD y del gobierno de Yunes; en un simulacro de oposición leal que no es oposición real.
No hubo modificación significativa a las condiciones crediticias propuestas en el decreto que los diputados aprobaron este viernes, sobre el previo que rechazaron el martes pasado. La bancada del PRI –9, más los del grupo que procede de sus aliados electorales– sólo pedía algún pretexto para volver al redil. Cumplir con la consigna instruida por la superior jerarquía, la cúpula federal –que ahora mueve a ese partido, ausente el poder local– los disciplinó a Yunes, a quien el gobierno de Peña le prodiga un trato de aliado, es del club de bullying contra López Obrador y Morena. A los del PRI en el Congreso se les cayó el cal-chong.
Seguimiento
Finalmente expidieron el cheque en blanco al gobierno de Yunes, a tiempo, no tanto por la “emergencia” y el teatro apocalíptico, sino para eludir las normas de próxima aplicación sobre disciplina financiera que habría metido la solicitud de Veracruz al sistema de alertas y a la revisión bi-camaral del Congreso de la Unión. Si pueden lograrlo van a re-contratar 46 mil millones de pesos, facilitarán el negocio y las comisiones a los tramitadores o intermediario, un filón de más de mil millones de pesos que no hay que perder de vista (follow the money), asimismo, el gobierno de Yunes obtendrá excedentes, ahorro o “liberación de recursos”, como quieran llamarle, derivado de la extensión del plazo y del inmediato plazo de gracia, de un monto indeterminado; habrá que verificar las nuevas tasas de interés, imposible que sean menores a las actuales, y menos que vaya a pagarse menos en el largo plazo.
Como no tiene vuelta de hoja, queda el seguimiento informativo a la contratación y aplicación de los recursos; que cumplan con las obligaciones de transparencia, si es que las cumplen.
A la cuenta de la inseguridad en el nuevo gobierno
El trágico y preocupante lugar común del desbordamiento de la violencia criminal y la incapacidad del gobierno de Yunes para contenerla acumuló las cifras el fin de semana.
Aparte del reguero de cadáveres en distintos puntos del estado –en el sur taxistas y supuestos migrantes, más de una decena, en Coxquihui, en la sierra del Totonacapan fueron policías y civiles, 8 en total; aquí un grupo armado atacó el palacio municipal, mataron a 5 policías y murieron 3 civiles, incendiaron patrullas y el mismo palacio municipal.
Es claro que no están cumpliendo con la tarea primaria del estado de proteger a las personas y sus bienes, sancionar a los delincuentes y garantizar el estado de derecho.
Otro periodista asesinado
Desafortunadamente hubo otro periodista asesinado en Veracruz. El domingo, Ricardo Monlui Cabrera, quien ejerció como reportero y columnista por varias décadas en la región de córdoba, fue ejecutado con arma de fuego en el poblado de Yanga, afuera de un restaurante adonde había acudido desayunar con su familia.
La PGR atrajo las investigaciones por la presunción de que podría estar relacionado con su actividad de comunicador, aunque no se han establecido aún los motivos o autores del crimen. Se verifica la actualidad de la tesis difundida hasta en medios internacionales de que la entidad es uno de los sitios más peligrosos para ejercer el periodismo. Este caso ya va para la cuenta negra de los crímenes de periodistas en el gobierno de Yunes.
Como lo dicta el protocolo, hay una condena general de la agresión, la exigencia de respeto a la libertad de expresión, solidaridad y luto gremial, el reclamo de justicia a la autoridad.
Lo importante es que acabe la impunidad y se restaure la seguridad en el estado.