“Las piedras que se mueven”, atractivo turístico de Teocelo
En los límites de Teocelo y Cosautlán, en Las Barcinas, hay dos colosales rocas, una sobre otra, que pueden ser movidas incluso con un dedo… son una atracción natural poco conocida
Zona Centro
- 2012-02-11
En los límites del municipio de Teocelo y Cosautlán, en la parte de atrás del Monasterio de la Orden de San Benito dentro de la comunidad de Teczin, se encuentra la Cascada Las Peñas y muy cerca de ahí Las Barcinas, unas piedras movibles poco conocidas incluso por los pobladores.
Para llegar se debe entrar por la congregación de Las Lomas y seguir un sendero corto que va directo a las piedras de gran magnitud, conocidas como “Las piedras que se mueven” o “Las Barcinas”. A simple vista son dos piedras colocadas sobre otra de mayor dimensión que sirve como base y aunque pareciera que se caerán si son empujadas incluso con un dedo, sólo se mueven.
Aunque no hay un registro desde cuándo permanecen éstas piedras en el lugar, algunos pobladores cuentan que desde chamacos acuden al lugar para removerlas, “veníamos con palos para tratar de tirarlas y por más esfuerzos que hacíamos las piedras sólo se movían y no se caían, ahora se mueven un poco menos, será porque han venido a molestarlas mucho”, explica Francisco.
Entre los habitantes existe la creencia de que la única forma para moverlas es tocándolas con un solo dedo, lo cierto es que a la fecha solo se mueven si son empujadas con fuerza, “antes sí las movíamos con un dedo y estaban separadas ligeramente una de la otra pero con el tiempo te digo que están enojadas de que las vengan a molestar queriendo desbarrancarlas, entonces ya se juntaron un poco, lo que hace ya imposible que sean zarandeadas”, vuelve a opinar Francisco.
Como se desconoce el origen y la historia de las rocas, ya hay quien cree que se trata de dos amantes convertidos en piedra, los cuales no pudieron estar juntos en vida y tuvieron que ser transformados en rocas para estarlo, si bien en un principio estaban un poco separados por centímetros, con el paso del tiempo se han ido acercando hasta quedar pegados, como hoy en día se observan.
A pesar de ser muchas las leyendas que giran alrededor de Las Barcinas o Piedras Inestables, escasa ha sido su difusión, por lo que son pocas las personas que tienen conocimiento de este atractivo que poseen ambos municipios. Están en medio de la vegetación y el acceso para llegar a su encuentro es sencillo y la distancia no es larga.
“Es uno de los muchos lugares que Teocelo tiene, además estas piedras tienen algo de fantástico y encanto, vale la pena que vengan a conocerlas, es de lo que ya no se ve, son hermosas y en ningún otro lado las observaran”, comenta Francisco, quien se ofreció como guía.