+ Parte de la vida de Juan Carlos Carranza Saavedra, señalado por la Procuraduría como autor intelectual en el asesinato de Milo Vela y su familia
Zona Centro
- 2011-06-23
Sumario Político
Víctor Murguía
Sumario Político / Trato a la delincuencia
Diario de Xalapa
24 de febrero de 2008
Ha sido causa de revuelo la actuación de elementos de la Policía Federal Preventiva que dieron muerte a un persona durante un operativo en la ciudad de Veracruz.
Primero las críticas eran porque los de la PFP no hacían nada y ahora porque lo hicieron. Ya sólo falta que el abatido, pieza menor pero con larga carrera delictiva, termine como héroe, porque tres policías ya están en la cárcel.
Alfredo Florentino Gómez Morales (ese era su verdadero nombre, aunque utilizaba otros) murió un día antes de cumplir 38 años, pero desde mucho tiempo andaba en el peligro y eran conocidas sus correrías.
Fue agente de Tránsito en Veracruz y desde entonces se metió en líos. En agosto de 2004, cuando era servidor público, él y otro sujeto dispararon contra jóvenes en la colonia Heriberto Jara. Hubo denuncia, pues uno de los agredidos recibió un balazo en un tobillo y los acusó de estar ebrios y drogados. El nombre del denunciante está en las actas ministeriales y se trata de Israel Alfonso Viveros.
En mayo de 2006, el 3, el Día de la Santa Cruz, agentes de Tránsito se dijeron víctimas de un asalto. Uno ni pudo hablar, porque recibió un balazo en el pecho. Otros dos, Juan Carlos Carranza Saavedra y Alfredo Florentino Morales, fueron los que dieron la versión del robo, sin embargo, las investigaciones de la Policía Ministerial en ese tiempo arrojaron que no hubo asaltantes, sino que todo se debió a una discusión iniciada en un bar de las calles Revillagigedo y Alcocer.
De esto quedó constancia en la prensa y se recuerda que Carranza Saavedra es quien luego fungió como chofer del director de Tránsito municipal (Arturo Quintero) que fue baleado y casualmente el día del atentado pidió permiso para no trabajar.
Quién sabe en qué otros líos anduvo Florentino, pero el jueves se le acabó la suerte. En la calle Cuauhtémoc de la colonia Ortiz Rubio, cuando manejaba un automóvil Honda Civic, se topó con elementos de la Policía Federal Preventiva que le marcaron el alto. No hizo caso, aceleró la velocidad del coche, luego se bajó e intentó huir, andaba armado y finalmente recibió seis tiros.
La necropsia arroja que había consumido bastante cocaína horas antes y la prueba del rodozinato de sodio le resultó positiva en ambos manos. Llevaba una credencial de elector y una licencia de conducir con datos falsos, pues dio el nombre de Javier Armas Vera.
Ahora está muerto, pues quiso burlar el operativo del personal de la PFP y en tanto un sector de la población lamenta que haya perdido la vida pero ve bien que se aplique mano dura contra la delincuencia, algunos tal vez lo quieran convertir en héroe con tal de exhibir a los policías.
¿Cómo tratar a los delincuentes?, ya no se sabe, pero existe una impotencia generalizada al ser notorio que ahora la gente honesta está contra la pared, al pesar más los derechos humanos de quienes delinquen.
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Al pie de la letra
Raymundo Jiménez
Los cárteles del poder
21/09/2009
En abril 2007, hace más de dos años, cuando el panista Julen Rementería -primo hermano del actual alcalde priísta Jon Rementería- aún gobernaba el municipio del puerto de Veracruz, el general Arturo Quintero Ortega, a la sazón director de Tránsito municipal, fue víctima de un atentado en el fraccionamiento El Coyol. El funcionario municipal resultó ileso, no así su chofer José Manuel Castro Soto.
Según la versión oficial, "sicarios que se transportaban en una unidad automovilística los esperaban al llegar a la residencia del general y con pistolas calibre .38 especial dispararon contra la unidad, hirieron levemente al general y asesinaron al conductor..."
En conferencia de prensa, el secretario de Gobierno Reynaldo Escobar declaró en aquella ocasión que una de las líneas de investigación seguida era sobre la hipótesis de que el ataque iba dirigido al chofer de planta del general Quintero, de nombre Juan Carlos Carranza Saavedra, quien coincidentemente una semana antes del atentado acababa de ser sustituido temporalmente por la víctima Castro Soto, ya que él había solicitado vacaciones pese a que apenas llevaba seis meses trabajando al lado del director de Tránsito de la ciudad de Veracruz. Las pesquisas se enfocaron hacia el otro chofer del general Quintero porque la última persona que había sido ejecutada cinco días antes en el fraccionamiento Floresta tenía pegado al cuerpo un escrito de la supuesta autoría del grupo autodenominado "Gente Nueva", el cual era una advertencia para alguien apellidado "Carranza".
"Hay esa coincidencia, que es una de las líneas que no se descarta y que también está atendiendo el Subprocurador (Tomás Carrillo, actual diputado federal priísta por el distrito de Cosamaloapan)", dijo Escobar.
Ante esta situación, el secretario de Gobierno informó que se había tomado la decisión de requerir, desde esa misma noche, a los Ayuntamientos panistas de Veracruz y Boca del Río que el control de las corporaciones de Tránsito regresara a manos del Gobierno del Estado.
Pero no hubo necesidad de eso, ya que cinco meses después, en septiembre de 2007, el PRI ganó la elección y recuperó el Cabildo porteño con un candidato muy allegado familiarmente al edil panista saliente, cuya administración municipal se vio salpicada por sucesos violentos como el ocurrido en el hipódromo clandestino de Villarín, donde un alto jefe de "Los Zetas" fue víctima de un atentado a principios de marzo de ese año, o sea, un mes antes del ataque dirigido presuntamente contra Carranza Saavedra, el chofer del general Quintero que andaba de "vacaciones" y cuyo nombre -¡oh, coincidencia!- volvió a mencionarse hace apenas un par de meses en dos videos anónimos subidos a YouTube, en los que se muestra a seis presuntos operadores del brazo armado del Cártel del Golfo, los cuales, amagados por un comando vestido de negro, encapuchado, con armas de grueso calibre, granadas e incluso un lanzagranadas, son "interrogados" y hablan de cómo y con cuáles cómplices operan una red de tráfico de migrantes y prostitutas, de extorsión y de venta de droga.
Esta red operaría en la península de Yucatán y en Veracruz, con alcance a Monterrey, Nuevo León y la frontera con Estados Unidos. Pero además, tres sujetos -que se identifican como Sergio Francisco Cano Acosta, Samuel Ibarra García y Rodolfo Sánchez- que hablan en el video de Veracruz, quienes presuntamente fueron ejecutados a finales de junio de este año en la zona conurbada a Boca del Río, confiesan que fueron Zetas los que se encargaron de desaparecer al administrador de la Aduana de Veracruz, Francisco Serrano Aramoni. Uno de los interrogados dijo, por ejemplo, ser el encargado de dar información de los contenedores que llegaban al puerto de Veracruz para posteriormente robarlos.
Sánchez, quien fue encontrado muerto después de varias semanas de haber desparecido de su domicilio, aseguró en ese video difundido hace casi tres meses, que el administrador de la Aduana, Serrano Aramoni, había sido ya eliminado y que en su secuestro habría participado un comandante de nombre "Osiris" -nunca dio su nombre completo pero se supone que se refería al ex jefe policíaco José Osiris Cruz Cabrera, detenido este miércoles 16 en el domicilio de la regidora panista Elizabeth Torres, emparentada políticamente con el diputado federal del PAN, Julio Saldaña, ex candidato a la alcaldía porteña- y agentes... ¡de la Dirección de Tránsito municipal!.
El mismo declarante precisó que Juan Carlos Carranza, alias "El Ñaca" -¿el ex chofer del general Quintero?-, era quien junto con otros sujetos apodados "El Moca", "El Pelos", "Fierro" y "Baker", era el que iba al mando del operativo para secuestrar a Serrano Aramoni, quien habría sido asesinado a principios de junio en un rancho cercano al puerto de Veracruz.
Por eso, en un principio, fue detenido el director de Tránsito municipal, Héctor Peñafiel Parra, quien semanas después sería absuelto.
Sánchez, quien posteriormente sería ejecutado en Veracruz, fue el que dio mayores detalles de las acciones delictivas en esta entidad.
En cuanto a los integrantes de corporaciones policíacas que presuntamente operan para Los Zetas, dijo que en la Dirección de Tránsito del municipio de Veracruz colaboraban los agentes bajo la clave "Osiris", "Hunter" y "Sombra", mientras que de la Policía Intermunicipal recibían ayuda de varios comandantes a los cuales identificó plenamente por sus nombres.
Y al hablar sobre el trasiego de la droga en el puerto jarocho relató que en esa plaza operaba un familiar muy allegado al narcotraficante veracruzano Lázaro Llinas, detenido desde el sexenio anterior.
Este sicario también precisó los sobrenombres de los principales operadores del negocio de la droga en el municipio de Boca del Río, y mencionó a los dos jefes a los que les reportan directamente las ganancias. Es más, no sólo detalló las actividades del Cártel del Golfo sino que hasta reveló que en diversas fiestas privadas conoció a comandantes policíacos y periodistas que presuntamente están relacionados con Los Zetas en territorio veracruzano.
Y soltó nombres de comandantes de Xalapa, Coatzacoalcos, Tuxpan, Boca del Río, del puerto de Veracruz y de Cosamaloapan, así como de connotados empresarios porteños muy ligados familiarmente al poder municipal, algunos de los cuales "vacacionan" desde hace dos meses por España, coincidentemente el mismo país a donde viajó en 2007 otro ex jefe policiaco jarocho amenazado por Los Zetas, días después del tiroteo ocurrido en las carreras de caballos de Villarín, de donde salió milagrosamente ileso un ex secretario del gobierno estatal.