El agua es más clara en Tametate

Reportaje en honor a la primavera... El lugar del agua que fluye, un jagüey o laguna, en Tametate, Tantoyuca, es el centro de abasto de la gente de los pueblos, atractivo turístico, centro de lavado, y reserva ecológica.

Zona Norte

- 2011-03-20

El lugar del agua que fluye, un jagüey o laguna, en Tametate, Tantoyuca, es el centro de abasto de la gente de los pueblos, atractivo turístico, centro de lavado, y reserva ecológica.

Las estancias que ofrece este milagro natural, llenan la vista y el alma; es la zona en donde se han inspirado muchos y en donde manda el pueblo.

La resolución sobre el reconocimiento y titulación de bienes comunales del poblado Tametate, Municipio de Tantoyuca, Veracruz, fue publicada el lunes 26 de noviembre de 1973, en el Diario Oficial de la Federación.

En torno a la laguna, que es cuidada por un comité, se colocó una malla que impide un ingreso indiscriminado. Allí llegan a lavar las mujeres durante todo el día; también asisten grupos de estudiantes, y el 11 de febrero, cuando es el santo de la virgen de Lourdes, que es la patrona, hay procesión y festividades.

Posiblemente derivado de una falla volcánica, Tametate se formó hace miles de años, quedando como un lugar lleno de misterios, y resguardado por enormes piedras, “grandes como árboles” de color fierro, que cubren todo el cerro, el camino y los alrededores.

Mientras lavaba, la señora Maximina, contó algunas cosas sobre la laguna, que estaba siendo visitada también por muchas personas, hombres, niños, niñas y mujeres con envases y carretillas, que iban llenando en el manantial y llevándose en carretillas.

Este jagüey se ha secado dos veces durante la vida de Maximina. Uno cuando era muy pequeña y por lo tanto no lo recuerda, y otra hace unos 20 años, cuando se secó por completo y entonces excavaron para que volviera el agua y encontraron y le sacaron las piedras que están en los alrededores. Al fondo encontraron el lugar de donde sale el agua y que es como un cráter, redondo y profundo.

Con esas piedras estaba construida la pequeña capilla y que era más bonita según recuerda, pero luego la tiraron y construyeron la de cemento y grava que está ahora.

Se dice –eso le dijeron sus padres a ella- que le dejaron el nombre de Tametate porque parece un metate que es el instrumento de piedra con el que se hace la masa de maíz para hacer las tortillas.

Arriba del cerro que está detrás del jagüey hay manantiales, allí se iban reuniendo niños, niñas, señores y señoras, cada quien en diferentes grupos, una mujer y otra, lavaron sus cubetas y luego se subieron más arriba, al fondo del cerro y se vio el lugar en donde hay piedras más altas, “de tamaño como de árboles” y seguían trepando.

Maximina dijo que arriba, y del otro lado hay milpas, y quizá por eso iban hacia allá.

Es un rincón paradisíaco, podría decirse virgen, en donde el hombre no ha metido mano ni modificado nada, pero que es del pueblo y sirve al pueblo.

Cada persona se lleva su agua en galones, envases y como se pueda. Un joven dijo que esta sirve para beberla, Maximina aclaró que la del jagüey la usa para lavar, pero la del manantial sirve para beber.

En este monte hay grandes árboles, es el punto más alto de Tantoyuca, este cerro se puede ver desde Ozuluama, que queda a 72 kilómetros de distancia.

El comité cuida este patrimonio del que se sirven y al que le agradecen las comunidades de Tametate, Chalmito, Ciruelar y Lindero. “Si alguien ve algo mal, lo corrige” dijo Maximina.

Así que entre todos ayudan a sostener este paraje. En los andadores hay carteles que motivan a cuidar el medio ambiente, elaborados por jóvenes del colegio de bachilleres, también hay unos que explican el tipo de árboles y su nombre científico, elaborados por los del tecnológico.

No hay misterios ni leyendas, y de oídas se especulan muchas cosas sobre el lugar, Maximina dijo que lo único que ha sabido es que quienes viven cerca de la laguna, por las noches, durante algún tiempo escucharon como si alguien estuviera martillando y cuando se acercaban al lugar de donde creían que provenía el sonido, el sonido comenzaba en el lugar de donde venían, desorientándose por completo.

Para hacer un centro de atención turística y ecológica, hace unos años se integró un proyecto ecoturístico, este, que observaba todos los puntos que podrían ayudar a que la gente se empleara, a la vez que servía generándose un empleo remunerado, no tuvo mucho éxito.

Las mujeres ayudarían a limpiar y cocinar, mientras los hombres a construir y mantener, pero sus hogares y sus propias milpas, entre otros quehaceres hubieran quedado abandonados, así que no quisieron y fracasó la intención.

Pero esto fue durante un gobierno priísta y ahora el gobierno es panista, así que quizá pasen otros trienios antes de que se prosiga la idea.

En el lugar hay dos palapas recién hechas y unos baños de madera, que quizá se hicieron pensando en ir conformando este lugar en paradero turístico.

Actualmente al llegar a Tametate, la instalación que han ido haciendo en torno los campesinos, nos recibe con un letrero que dice que es una “Reserva ecológica.”

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