Veracruz: Más que un puerto

El puerto de Veracruz fue sitio preferido por muchos abuelos para vacacionar; después su importancia como puerto de altura sobrepasó su faceta turística, sin embargo el estado tiene múltiples motivos para visitarle.

Fuerte de San Carlos

Cuando escucho hablar de Perote vienen a mi mente sus tortas, fabada y la silueta de la octava elevación de nuestro País: el volcán Cofre de Perote. Pero nunca había visto ni leído sobre la soberbia fortificación que, en ese sitio del altiplano, fue levantada durante el Virreinato, como defensa ante una posible invasión inglesa, como la que había asolado a La Habana.

Se trata de una colosal construcción militar, estratégicamente localizada entre Veracruz y Puebla. Sus enormes fosos, bastiones, torres y almenas no sólo le dan un recio sino bello carácter.

Ahí se fundó el H. Colegio Militar, murió Guadalupe Victoria, estuvo preso Santa Anna y fue campo de concentración para alemanes e italianos durante la Segunda Guerra Mundial.

Museo de Xalapa

En 1985, en el estado de Veracruz se levantó un espléndido museo de 12 mil metros cuadrados para albergar mil 150 obras de culturas prehispánicas que habitaron su territorio.

La pluralidad de Veracruz es impresionante, destacando la fuerza de la cultura olmeca, madre de las culturas mexicanas.

Monumentales cabezas y otras piezas son iluminadas por la luz solar que el diseño de sus techos permite, rodeadas de helechos y otras especies de la flora veracruzana que las enmarcan.

El Museo de Antropología de Xalapa lleva al visitante por un recorrido de 30 siglos de historia y cultura, y ha recibido merecidos reconocimientos por su funcionalidad y belleza.

Gran ciudad prehispánica

Cempoala, la capital de los totonacas, fue una de las ciudades prehispánicas más importantes de la costa del Golfo de México. Dominó gran parte de Veracruz y el norte de Puebla.

Entre los años 900 y 1521 llegó a tener 30 mil habitantes. Un recinto amurallado de 4 mil 300 metros cuadrados alberga pirámides, palacios y templos construidos con piedra de río.

Cempoala fue la primera gran ciudad conocida por los españoles. En 1519 Hernán Cortés llegó a ella para encontrarse con el cacique gordo y maquinar la alianza con los pueblos sojuzgados por los aztecas.

Para ver el más allá

Entre los años 800 y 900 d.C., los totonacas construyeron un centro ceremonial excepcional, justo al pie de un gran peñasco, con vegetación tropical y el panorama de lagunas vecinas del mar con prolongadas playas.

Además de bellas pirámides, el lugar tiene algo fuera de lo común: agrupaciones de pequeñas tumbas en forma de templos y pirámides a escala. Es sabido que los pueblos prehispánicos tenían especial talento para localizar sitios extraordinarios y emplazar ahí sus asentamientos. En Quiahuiztlán unieron la belleza del entorno con construcciones para honrar a sus ancestros en un sitio difícil de profanar; el cronista conquistador Bernal Díaz del Castillo celebró que no hubieran presentado hechos de armas en Quiahuiztlán, “dado lo difícil que hubiera sido tomar un sitio tan estratégico, como bien fortificado”.