¿SIN RENCORES?

¿Qué quiso decir el flamante alcalde de Túxpan, que ahora entra en una nueva etapa de su vida?

En su perfil de facebook dice que: “Se va agradecido y con la esperanza y firme voluntad de lograr un mejor entorno para todos”.

Su salida de la alcaldía del puerto de Túxpan se venía pronosticando.

Mucho juego mediático.

Desmedido arropaje del gobernador Duarte.

El nombre de Beto… se hiso familiar entre las altas esferas del poder gubernamental… para los amigos Betito.

Un político joven, de talento reconocido, no se le puede regatear sus facultades como operador político y de inteligencia reconocida.

Ahora se prepara para arribar a la segunda posición del gabinete duartista; en donde habrá que demostrar de qué está hecho.

Duarte, fríamente fue calculando, los tiempos políticos para encumbrar a su Delfín, convencido que su secretario de gobierno, ha sido un personaje gris carente de resultados.

Sin embargo, hay quien dice que Alberto Silva, bien podría ser el relevo del joven Subsecretario Erick Lagos Hernández; quien se ha significado por ser el único operador político del régimen estatal.

Lagos ha sido el “apaga fuegos” de los cientos de conflictos sociales, que han brotado a lo largo y ancho del territorio veracruzano. El político sureño ha sido conciliador y ha dejado resueltos verdaderos conflictos, que de haber estallado el gobernador Duarte habría tenido serios dolores de cabeza.

Más sin embargo.

Ha trascendido, que el distrito electoral federal de Acayucan tiene serios problemas; la hija de Cirilo está condenada a perder la próxima elección, en un lugar en donde, se requiere un candidato que gane el distrito.

¿Será Lagos Hernández la solución?

En política no hay nada escrito.

Alberto Silva “El Cisne Negro”, a estas alturas está siendo candidateado hasta para la presidencia estatal del partido tricolor, que en breve habrá de dejar Héctor Yunes Landa, si es que al final de cuentas, el político choleño entró en la negociación Peña-Beltrones y la candidatura al senado podría tenerla en la bolsa.

Para los sesudos políticos, la jugada podría ser otra:

A la presidencia del PRI estatal llegaría Gabriel Deantes, actual Subsecretario de la Sefiplan.

¿Quién llegaría a relevarlo?

No de usted como descartado que sería Arturo Bermúdez Zurita; quien tenga que regresar al nido, de donde salió después de estar largos años.

Se habla, que Bermúdez dejará la SSP después de haber cumplido un ciclaje… El gobernador está consciente de que a Seguridad Pública debe llegar un alto mando castrense, de acuerdo con lo establecido con el gobierno federal; en el programa operativo de Veracruz Seguro, toda vez, que también el C-4 ya está a las órdenes de la Marina.

Los cambios son saludables y necesarios.

El gobierno de Javier Duarte está atravesando por una severa crisis de credibilidad, en medio de una estrujante crisis económica, que prácticamente tiene paralizada la estructura gubernamental.

Nuevos rostros y gente nueva requiere el gabinete del doctor Duarte.

El horno no está para bollos.

Vienen tiempos muy crudos y de grandes sorpresas.

Dos millones de votos requiere Enrique Peña y ese ha sido el ofrecimiento del gobernador de los veracruzanos.

¿Habrá recursos económicos para hacerle frente a este reto?

Porque en política… no hay crédito a la palabra.

Con dinero baila el perro.

¿O usted qué opina?

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PUNTA DE LANZA.

Arturo Montes de Oca ha desempeñado con toda su capacidad, las funciones nada fáciles del C-4, siempre atento y de tiempo completo, hombre de todas las confianzas de Arturo Bermúdez.

El C-4 requiere de todo un equipo moderno y con tecnología de punta, que esté a la altura de los órganos de inteligencia con los que cuenta el gobierno federal.

En la actualidad, se carece de todo… sin dinero y bajo la censura permanente de la sociedad veracruzana, que reclama mayor vigilancia y seguridad para la población.

Ahora, ya en manos del gobierno federal, existe la posibilidad de que el C-4, esté en condiciones que pide la sociedad.

Arturo Montes de Oca, deberá ser aprovechado, se trata de un funcionario ajeno a las grillas palaciegas y a los chismes de lavadero.

Así de sencillo.