Cómo han cambiado las campañas políticas

*** Hoy los candidatos se promueven en las redes sociales

2017-05-18

La nostalgia me llega al revisar mis archivos periodísticos y ver cómo han cambiado las campañas políticas, quedando atrás los tradicionales medios de comunicación.
Hoy los candidatos, pese a que reciben las prerrogativas a través del financiamiento a los partidos políticos, con el pretexto de ser más fiscalizados por el INE o los gastos de campaña, no quieren pagar los espacios publicitarios a los medios de comunicación.
Los abanderados de los diferentes partidos políticos PRI, PAN, PRD, PVEM, Morena, Movimiento Ciudadano, PT, Nueva Alianza, Encuentro Social, se promueven en las redes sociales.
Argumentan que no tienen recursos para el pago de publicidad. En estos momentos en Minatitlán, solamente uno o dos candidatos han requerido de los servicios informativos de los medios de comunicación tradicionales.
Otros, dicen no tener dinero. Qué sus dirigentes estatales, no les aportaron los recursos ofrecidos. Qué el INE fiscaliza los gastos y un sinnúmero de argumentos. Algunos válidos y otros no tanto.
Pero lo cierto, es que en la actualidad se ha desatado una “encarnizada guerra sucia” hacia los candidatos de diferentes partidos políticos a través de las redes sociales, nunca antes vista.
Hoy los insultos, los calificativos, las amenazas, el lenguaje soez y altisonante es lo que impera en las redes sociales en contra de personajes de la vida política y más de los aspirantes a cargos a nivel nacional, estatal y municipal.
Quedó en la historia la ética, la objetividad, la claridad, el empleo de un lenguaje respetuoso hacia el lector que era lo que se cuidaba en el medio impreso, en la radio y la televisión.
Y florece el lenguaje “folklórico”, amenazante, ridículo, irónico, de burla, de calificar, juzgar y sentenciar al personaje público.
Lo más grave, es que al lector le gusta, lo acepta y lo comparte a través de las redes sociales.
Quedó en el pasado el buen lector, el que tomaba café leyendo el diario de su preferencia o de la línea periodística que le gustaba.
Las noticias bien redactadas y editadas con una voz que imponía en la radio. Los íconos que hubo en los noticieros de la televisión. Hoy han quedado obsoletos.
La tecnología nos alcanzó y rebasó. Hoy la información que deseamos, la buscamos en el fascinante mundo del internet, en las diferentes agencias informativas y páginas que se encuentran en las redes sociales.
Incluso, las noticias las leemos antes de que salgan al aire o sean publicadas en la radio o en los medios impresos.
Pero, retomando los tiempos pasados de las campañas electorales, era una verdadera fiesta popular en que muchos sectores de la sociedad se veían beneficiados.
Había derrama económica y hasta generación de fuentes de trabajo.
Entre ellos, la industria periodística era una de las más socorridas. Ya que los partidos políticos, sus sectores y organizaciones contrataban los espacios de los diferentes diarios, principalmente los de mayor influencia y circulación en sus zonas, para dar a conocer su apoyo, su adhesión y su evento en favor de diferente candidato o partido.
Los buenos tiempos de la publicidad en los medios impresos, era en las campañas políticas. El cuarto, la media y la plana, se cotizaban bien dentro de la publicidad política (llámese propaganda).
De ésta manera, el sector obrero con sus organizaciones CTM, CROC, CROM; la CNC, el Movimiento popular y sus agrupaciones, querían estar presentes en la mente del candidato y publicaban sus adhesiones, respaldos y reconocimientos.
En esa temporada había trabajo para el rotulista hoy desplazado por el impresor y las lonas, para los restauranteros y quienes organizaban banquetes, para las gasolineras, las refaccionarias, los que rentan autobuses, taxistas, hasta para la tiendita más sencilla de la colonia donde llegaba el candidato.
Hoy muchas cosas de esas han pasado a la historia. Las campañas políticas han cambiado tanto, que ya no vemos los pendones colocados en los postes de luz o alumbrado público, los pasacalles con las fotografías de los candidatos, las paredes rotuladas con la propaganda de los partidos políticos y sus abanderados.
Hoy unos espectaculares desplazaron todo eso. Hoy las fotografías en las redes sociales, desplazaron los espacios en los medios informativos. Hoy ni los señores de limpia pública tienen tanto trabajo como antes, que luego de las elecciones, tenían que recoger grandes cantidades de basura de la propaganda utilizada.
Que tiempos. En lo personal, los extraño, porque es cuando el reportero vendía el espacio de la publicidad y había una buena comisión. Ganaba la empresa y el periodista.
Hoy los candidatos quieren pagar lo que se les antoja a los comunicadores que tienen páginas electrónicas en las redes. Quedaron en el cajón de los escritorios de las mesas de redacción y direcciones de los diarios, las tarifas políticas que tenían que pagar los candidatos para publicitarse.
Bueno, seguiremos añorando esos tiempos y nos tenemos que actualizar en el apasionante periodismo que se hace hoy en las redes sociales y en los medios electrónicos como el internet. Hasta la próxima, Primero dios.