Aparte de licuadora, ahora también plancha

Arturo Reyes Isidoro

Prosa Aprisa

2017-07-13

Finalmente hay que verle lo positivo a lo que ocurrió y felicitarnos que haya ocurrido porque nos pone a prueba a todos.
Alentador, por donde se le vea, resultó la actitud del diputado local Sergio Rodríguez Cortés de haber llamado a cuentas al gobernador Miguel Ángel Yunes Linares.
No le debemos temer a algo que, si fuéramos una sociedad fuertemente democrática, debiera ser lo normal. Pero, indudablemente, resulta alentador que haya asomos ya de madurez y desarrollo político.
El hecho debiera ser valorado más allá de intereses políticos porque, así haya sido efímero, dejó el precedente de que es posible transitar hacia otro estadio en la vida pública de Veracruz: el de las sociedades democráticamente desarrolladas.
Debiera servir para empujar a otros diputados a intentar prácticas similares reveladoras de lo que pueden ser capaces y hasta dónde, y que un gobernante no está por encima del mandato de un pueblo, en este caso de ellos que son sus representantes en teoría.
Pero para eso se necesita una actitud decidida, valiente y comprometida con el deber legal, como en este caso lo fue la del diputado Rodríguez, así como también un espíritu receptivo para actuar en consecuencia por parte de un funcionario de gobierno, en este caso del gobernador Yunes.
Hasta ahora sólo se conoce la versión de una parte, pero sería interesante escuchar la contraria para tener más elementos que permitan un juicio de valor del que se puede sacar el mayor provecho.
De entrada resulta lamentable que al perredista se le haya removido como presidente de la Comisión Permanente de Hacienda del Estado de la Legislatura sólo porque estaba cumpliendo con un deber legal y con una responsabilidad como representante popular: la de pedir cuentas al titular del Ejecutivo del manejo de los recursos públicos, que son de todos los ciudadanos, de todos los veracruzanos.
De acuerdo al anteproyecto de punto de acuerdo que presentó, que leyó y comentó en tribuna, el legislador no faltó a ninguna regla de la diplomacia política, la que debe prevalecer entre dos poderes.
(No dejó de ser preocupante que ante toda la seria argumentación que estaba haciendo de un tema tan delicado y sensible, del interés para todos los veracruzanos, la presidenta de la Mesa Directiva, María Elisa Manterola, lo haya reconvenido y urgido a terminar, como si fuera más importante finalizar cuanto antes una sesión que esclarecerle a los ciudadanos qué se está haciendo con sus recursos.)
Rodríguez Cortés se dirigió al titular del Ejecutivo con todo respeto y le hizo un exhorto, también respetuoso, para que cumpliera con un ofrecimiento y compromiso que había asumido ante la representación popular. En lugar de usar descalificaciones fundamentó su llamado en razones y en palabras del propio gobernante.
Le asistió la razón cuando recordó que sólo con la rendición de cuentas se puede recuperar, aunque sea en forma paulatina, la confianza ciudadana en los servidores públicos. Recuperarla y fortalecerla, agregaría yo.
Y es que confianza ciudadana, que conlleva credibilidad y apoyo social, es lo que necesita todo gobernante para sacar adelante sus programas.
En Veracruz está de sobra repetir lo dañada que quedó la imagen oficial y la desconfianza e incredulidad que persisten luego del paso de dos gobiernos que hicieron de la opacidad, de la impunidad y del abuso de poder su modus operandi.
Creo que el diputado perredista estuvo en lo justo cuando me declaró que no está en contra del gobernador sino a favor de la legalidad. Sólo la corta visión no vería en ello el contrapeso necesario, obligado, que lleva al sano equilibrio entre poderes.
Pero en su apuesta a favor de la legalidad no es más que coincidente con lo que como aspirante, precandidato, candidato, gobernador electo y al asumir el cargo como gobernador constitucional vino diciendo Miguel Ángel Yunes Linares.
Cumplir con la legalidad es una obligación de cualquier autoridad y debe estar por encima de las personas, que son transitorias en los cargos.
Sergio Rodríguez no hizo más que tomar en serio al mandatario y tomarle la palabra en todo lo que vino postulando. Se la creyó y actuó en consecuencia. Paga ya un costo político y personal pero con un efecto positivo para el bien colectivo: puso a prueba al sistema político que nos rije.
Creo que sería injusto ser concluyente hasta no escuchar al gobernante, pero a reserva de que quiera ocuparse del asunto, por lo pronto se puede decir con mucho desaliento ciudadano que es más que lamentable que el cambio que tanto se pregonó sólo haya sido de personas, cosmético, para que nada cambiara, porque en la práctica se repiten los mismos vicios y prácticas del viejo régimen priista.
Al inicio de este gobierno se habló del respeto entre poderes, a la independencia de cada uno, lo que voló por los aires dinamitado cuando el propio diputado Rodríguez Cortés afirma que la orden de darle piso… político como presidente de la Comisión de Hacienda del Estado llegó del propio Palacio de Gobierno.
O sea, el sometimiento del Legislativo al Ejecutivo persiste, está vivo y coleando como en los mejores momentos del fidelismo y del duartismo y de todo el priismo dañino.
Todavía peor, reprobable y vergonzoso es que un partido político dizque de oposición y de izquierda, el PRD, acate órdenes y actúe según le dicten órdenes desde la sede del titular del Poder Ejecutivo.
O sea, ahora aparte de licuadora, también plancha para el PRD.
Con lo que ocurrió el martes, el que perdió no fue el diputado Sergio Rodríguez Cortés –la posición que tenía y tal vez hasta algún privilegio– sino los dos Poderes: el Ejecutivo y el Legislativo, porque si es que se había logrado avanzar en la recuperación de la confianza ciudadana, ésta se ha desfondado de nuevo. ¿Alguien duda que el nuevo titular de la Comisión de Hacienda del Estado impuesto a conveniencia de los intereses del poder actuará con independencia y no jugará un papel de títere para avalar todo lo que le ordenen?
Lo impusieron por cómodo, porque no estará fastidiando con que se transparente todo y se rindan cuentas. ¿Alguna diferencia con la actuación de la legislatura anterior?
Pero, decía al principio, dentro de todo resulta alentador lo que ha pasado. Demostró que cuando se quiere se puede. Sólo falta voluntad política.
Ahora habrá que esperar para ver si al atrevido no se le viene encima un mundo de represalias que lleguen hasta su desafuero e incluso hasta su encarcelamiento. Creo que, por fortuna, hemos superado en México la etapa en que se desaparecía a un político incómodo, que se rebelara, que clamara justicia, transparencia y aplicación de ley, que hablara y cuestionara de frente al gobernante poderoso.
Si es que decide no evadir el tema, será interesante escuchar lo que diga el gobernador al respecto.
Conmemoran este jueves el Día Mundial de la Población
A la una de la tarde de este jueves tendrá lugar un panel en el salón Juárez del Palacio de Gobierno sobre el tema “Planificación familiar: empoderando personas, desarrollando naciones”, con motivo del Día Mundial de la Población instituido por la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Este año, ayer 11 de julio se celebró el Día Mundial de la Población en forma coincidente con la Cumbre de Londres sobre Planificación Familiar, donde se realiza la segunda reunión del consorcio de donantes y actores que dirigen la iniciativa Planificación Familiar 2020, cuyo fin es ampliar para el año 2020 el acceso a la planificación familiar voluntaria a 120 millones de mujeres, según me comentó el director del Consejo Estatal de Población (COESPO), Juan Schuster Fonseca, organizador de la actividad de este día y al que se le desea todo el éxito.