* EL FACTOR MORENO VALLE
Raymundo Jiménez
AL PIE DE LA LETRA
2017-09-07
Quienes han tenido oportunidad de entrevistar recientemente a Rafael Moreno Valle, les ha llamado la atención lo evasivo que se muestra el exgobernador de Puebla cuando le mencionan al actual gobernador de Veracruz, Miguel Ángel Yunes Linares.
Obviamente que a más de uno ha sorprendido la actitud del exmandatario poblano, pues se sabe que él y Yunes fueron muy cercanos a la exdirigente nacional del SNTE, Elba Esther Gordillo.
La exlideresa magisterial impulsó en 2010 a Moreno Valle a la gubernatura mientras que a Yunes lo recomendó con el presidente Felipe Calderón, quien en diciembre de 2006 lo nombró director general del ISSSTE.
Pero la relación estrecha entre la tercia se mantuvo hasta a mediados de 2011, ya que al año siguiente de haber perdido la elección de gobernador de Veracruz ante el priista Javier Duarte de Ochoa, Yunes rompió públicamente con Gordillo, acusándola de haberle exigido una “cuota” de 20 millones de pesos mensuales para “financiar” las actividades del Partido Nueva Alianza, entre otros recursos, así como la entrega de puestos relevantes en el ISSSTE.
La denuncia de Yunes fue en respuesta a las acusaciones de Gordillo, quien lo señaló de la presunta malversación de 50 mil millones de pesos en la administración del ISSSTE.
A partir de entonces Gordillo y Moreno Valle se distanciaron de Yunes, a tal grado que ambos fraguaron acuerdos político-electorales con Duarte de Ochoa, el acérrimo enemigo político del panista veracruzano.
Inclusive trascendió que, en 2014, el entonces gobernador de Puebla se habría coludido con su homólogo jarocho para impulsar a la presidencia del Comité Directivo Estatal del PAN a un líder que no fuera afín al proyecto de Yunes para la sucesión gubernamental de 2016. Presuntamente ambos convinieron en apoyar al diputado local Germán Yescas Aguilar, compadre y paisano del isleño Erick Lagos Hernández, quien despachaba como secretario general de Gobierno.
Sin embargo, cuando Duarte y Moreno Valle mandaron a traer a Yescas para darle a conocer su propuesta, alguien alertó a Yunes de la maniobra de ambos mandatarios y el expriista se comunicó de inmediato con el dirigente nacional del PAN, Gustavo Madero, para echar abajo la intentona en su contra.
Yunes tildó de “traidor” a Moreno Valle y, con triquiñuelas, logró imponer a su incondicional Pepe Mancha Alarcón, quien según la versión de otro aspirante a la dirigencia estatal del partido blanquiazul no pudo reunir las firmas suficientes de militantes para respaldar su postulación, por lo que habría tenido que presentar algunas adhesiones falsas que de última hora le hicieron llegar en cajas de cartón otros correligionarios cómplices a los que ahora recompensó muy bien con diputaciones plurinominales y otros cargos partidistas y administrativos en el gobierno yunista.
¿Ya habrá recompuesto Yunes su relación con Moreno Valle? La pregunta se hace porque el exgobernador de Puebla habría sido artífice también en la construcción del Frente Ciudadano por México, cuyos líderes nacionales decidirán las candidaturas federales y de gobernadores.
Y es que el exmandatario poblano, quien aspira a la candidatura presidencial, tiene dos cartas para la gubernatura de su entidad: a su esposa Martha Éricka Alonso, por Acción Nacional, y al diputado federal perredista Luis Maldonado Venegas, un veracruzano que fue su secretario de Educación y de Gobierno, muy allegado a Dante Delgado ya que fue cofundador y dirigente nacional de Convergencia y actualmente es coordinador de Enlace Estratégico del CEN del partido del sol azteca.
¿Apoyaría Moreno Valle en Veracruz la candidatura del hijo de Yunes Linares o respaldaría la potencial nominación del líder de Movimiento Ciudadano o de cualquier otro aspirante a gobernador ajeno al yunismo? Ricardo Anaya, el dirigente nacional del PAN, haría efectiva su advertencia al mandatario veracruzano de que “no intente heredar el cargo a uno de sus hijos”, pues como oportunamente lo apuntó el anayista Juan José Rodríguez Prats en un texto publicado a principios de diciembre pasado, “sería el colmo del nepotismo”?
PEPE Y HÉCTOR, SINTONIZADOS
Contrario a algunas versiones periodísticas que maliciosamente se han hecho circular, acerca de que el secretario de Hacienda, José Antonio Meade, fuerte aspirante presidencial del PRI, le habría dicho en corto al senador priista Pepe Yunes Zorrilla, su amigo y excompañero de estudios del ITAM, de que “llegó el tiempo de que te prepares para lo que viene” –en alusión, obviamente, a la candidatura al gobierno de Veracruz que coincidirá con la de Presidente de la República en 2018–, el legislador nativo de Perote sigue manteniendo la prudencia y ecuanimidad, consciente de que los actuales son tiempos para abonar a las condiciones de unidad que fortalezcan a su partido y, por ende, a quien finalmente sea nominado candidato.
Este miércoles, por cierto, en un desayuno con cerca de cien mujeres en Xalapa, Yunes Zorrilla sostuvo que el PRI sí tiene posibilidades de retener la Presidencia de la República y de recuperar la gubernatura del estado.
Pero para ello, dijo, su partido debe “conjuntar proyecto, programa y trayectoria del candidato”, que, según puntualizó el peroteño, deberá ser quien tenga el mejor perfil y argumentos para ganar.
Por su parte, el otro senador y aspirante del PRI a la gubernatura, Héctor Yunes Landa, negó también ayer en conferencia de prensa en el puerto de Coatzacoalcos, que haya algún destape de parte del secretario de Hacienda a favor de Yunes Zorrilla, como se dio a conocer este miércoles en algunos medios de comunicación.
“No hay destape de Meade, del Presidente (Peña Nieto), ni de nadie. Les adelanto: la definición de quién va a ser candidato a gobernador va a ser por encuestas, el que salga mejor posicionado será el candidato”, reiteró Yunes Landa, quien el domingo pasado, al rendir su quinto informe de actividades legislativas, refrendó ante la presencia de Pepe Yunes su aspiración de volver a contender por la gubernatura en 2018.