PONEN NERVIOSOS A DIRIGENTES DE LIGAS DEPORTIVAS

2018-01-15


LA PROBLEMÁTICA del deporte en Coatzacoalcos va más allá del negociazo que pueda representar la venta de alcohol en las instalaciones públicas.

Entraña cacicazgos de algunos dirigentes de ligas que se han apoderado de las canchas, y usufructado, por lo menos en los últimos 30 años.

En descargo, los dirigentes de ligas podrán decir con razón que todas las administraciones municipales se han desobligado en gran medida del mantenimiento de las instalaciones. Y que siempre se han conducido a valores entendidos con el Gobierno de la Ciudad: "los dejamos usufructar las canchas, pero ustedes se hacen cargo del mantenimiento".

También se ha politizado ese esquema porque los políticos ingenuamente creen que los deportistas pueden ser utilizados como voto corporativo. En otroras tiempos, nunca faltaba un dirigente deportivo que les vendía espejitos a los candidatos y a cambio hasta les exigía una regiduría.

EN ESE TENOR, las ligas deportivas de Coatzacoalcos han operado siempre con buenos números negros derivado de altos ingresos por conceptos de inscripciones, fianzas, credenciales, multas y arbitrajes. Ellos también comercializan la publicidad en las bardas. Así, sin rendirles cuentas claras a nadie.

Los presidentes de las ligas son también quienes ponen en renta los horarios estelares en las canchas. Son los que administran la venta de la cerveza y licor, y en muchos de los casos quienes mantienen en deplorables condiciones las instalaciones. No pagan luz ni agua. Son rémoras del deporte popular.

Al más estilo de los políticos, muchos dirigentes se han mantenido en el poder durante muchos años. Mandan con los amigos, a quienes benefician y además incrustan en la directiva siguiente. Algunos de ellos dirigen hasta tres ligas. Otros heredan el poder a sus vástagos.

Por eso cuando el alcalde Víctor Carranza anuncia en plena sesión de cabildo que prohibirá la venta de la cerveza y que ya no permitirá el cobro por el uso de las instalaciones, suena a como declararle la guerra a la mafia de pantalón largo. Si verdaderamente se aplica esa disposición, el dirigente de liga estaría cuestionando hasta el motivo propio de su existencia. Por lo pronto, el Alcalde los ha puesto nerviosos. Faltaría esperar la fuerza de su palabra

EN UN MUNDO de caramelo, lo ideal sería que el Alcalde nombrara a los presidentes de las ligas municipales y que los conceptos por inscripción, arbitraje y otros rubros sean cobrados directamente en la Tesorería. Además de administrar los puntos de venta de las canchas, donde ahora solo se ofrecerían refrescos y comida chatarra. Nada de chelas, pura agua y gatorade para hidratarse. Suena excelente.

Y en sus obligaciones, el Gobierno Municipal debería ocuparse de que las gradas, baños, empastado de canchas, alumbrado, drenaje, bardas perimetrales, cafeterías, salón de juntas y demás infraestructura estuviera siempre en perfecto estado, además de financiar viajes de selecciones. Suena a la utopía total. Esperaremos a ver qué sucede.