Veracruz amanece con Gobernador moreno

Arturo Reyes Isidoro

Prosa Aprisa

2018-07-02

Anoche pasadas las 23:30 horas, el presidente del Consejo General del Organismo Público Local Electoral (OPLE), Alejandro Bonilla Bonilla, no dejó lugar a dudas: de acuerdo al conteó rápido ganó la gubernatura Cuitláhuac García Jiménez.

Dio la tendencia de votación: José Francisco Yunes Zorrilla, de la coalición Por un Veracruz Mejor (PRI-Verde), entre 13.3 y 14.5%; Migue Ángel Yunes Márquez, de la coalición Por Veracruz al Frente (PAN-PRD-MC), entre 37 y 38.7%; y Cuitláhuac García Jiménez, de la coalición Juntos Haremos Historia (Morena-PT-PS), entre 43.9 y 45.9.

En los porcentajes máximos, la diferencia entre estos dos últimos sería de unos 7 puntos, conservadoramente unos 140 mil votos, de acuerdo a operadores locales a los que consulté anoche.

Casi enseguida que el titular del OPLE hizo el anuncio lo secundó en una emisión especial de Televisa Carlos Loret de Mola, quien de paso salió en defensa de Roy Campos pues dijo que Yunes Márquez “se le fue encima”.

A lo que se refería fue que éste último desestimó la encuesta de salida de Roy que hizo para Televisa y que se dio a conocer apenas pasadas las 6 de la tarde, que daba un porcentaje de entre 46.9 y 54.1 para Cuitláhuac y entre 35.5 y 42.6 para Miguel Ángel.

Hasta los primeros minutos de este lunes, el PAN estatal guardaba silencio y no se había pronunciado al respecto, como tampoco el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares había salido a dar una conferencia de prensa ya no para hablar sobre el caso de su hijo sino sobre el desarrollo de las elecciones.

Lo cierto es que este lunes Veracruz amaneció ya con un nuevo gobernador, quien habrá de sustituir al saliente dentro de casi cinco meses, el 1 de diciembre próximo.

Con el resultado, el Estado pasa a la historia por tener de nuevo la alternancia en el poder en apenas dos años, pues en 2016 el actual gobernador Yunes Linares ganó la contienda y sacó al PRI del Palacio de Gobierno, y 24 meses después Morena ha ganado al PAN y lo echará también de la sede del Ejecutivo.

El triunfo del candidato de Morena es significativo porque realizó su campaña con el mínimo de presupuesto a diferencia del panista que tuvo todo el apoyo del Gobierno del Estado, que le facilitó recursos económicos, humanos y materiales a través de los programas sociales o encubiertos en ellos.

Cuitláhuac pasó por encima lo mismo del gobernador, también exdirigente estatal del PRI, que del exgobernador Dante Delgado, igualmente exdirigente tricolor y líder nacional del partido Movimiento Ciudadano(MC), así como de Armando Méndez de la Luz, exdirigente estatal del PRI y de MC, además del expresidente priista Felipe Amadeo Flores Espinosa ahora líder moral de la agrupación Vía Veracruzana, quienes se unieron para intentar apoderarse del poder avalando la relección de la familia Yunes Linares-Márquez.

Se repite el fracaso como en 1997

Con fama de ser un gran operador político, el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, quien prácticamente operó esta vez como coordinador de la campaña de su hijo, ya había sufrido una gran derrota electoral en 1997 siendo presidente del Comité Directivo Estatal del PRI.

En aquel entonces perdió 107 de 210 alcaldías que había entonces, de municipios como Xalapa, Veracruz, Boca del Río, Córdoba, Orizaba, Tuxpan, Coatzacoalcos, Minatitlán y un largo etcétera.

Su reacción fue inesperada. Al día siguiente de la votación presentó su renuncia a la dirigencia estatal del PRI.

Si el OPLE confirma el resultado de ayer, el descalabro habrá sido mayor porque esta vez se trata de la gubernatura y el candidato derrotado será su hijo mayor.

Morena ganaría la mayoría en el Congreso local

Según las primeras cifras del OPLE sobre el resultado de las candidaturas a la diputación local, Morena se perfilaría para ganar la mayoría. A nivel federal según los primeros resultados ese partido ganó las senadurías y la mayoría de las diputaciones federales.

Llega un “chocojarocho” a la Presidencia

Significativo, muy significativo que el propio Donald Trump haya felicitado anoche mismo a Andrés Manuel López Obrador por su histórico triunfo. Dijo que espera “con ansias trabajar con él” porque “¡Hay mucho por hacer que beneficiará tanto a los Estados Unidos como a México”.

Miguel Ángel Yunes Linares pudo haber sido anoche el primer gobernador de oposición en ofrecer su respaldo al nuevo Presidente, a nombre del pueblo de Veracruz.

En política eso cuenta. Si bien ya no les tocará trabajar juntos (Miguel entrega la gubernatura el 30 de noviembre y AMLO asume la Presidencia el 1 de diciembre), ese paso le hubiera servido para intentar allanar sus diferencias.

El anuncio lo pudo haber hecho inmediatamente después de que el candidato presidencial de su partido, Ricardo Anaya Cortés, salió a reconocer el triunfo del tabasqueño, poco después de las 8:30 de la noche.

A esa hora ya se les había adelantado el también candidato derrotado José Antonio Meade, del PRI, y casi a la misma hora había salido a pronunciarse “El Bronco” Jaime Rodríguez a favor del candidato ganador de Morena.

Mediaba una circunstancia muy especial: durante su campaña Andrés Manuel sacó a relucir su origen jarocho. Recordaba que su madre era tabasqueña y su padre veracruzano (de Nopaltepec, la tierra también de Fidel Herrera Beltrán).

Por ello se autoproclamaba como “chocojarocho” y llegó a decir que sería el primer Presidente veracruzano de este siglo y el primero en 66 años luego de que ganó la Presidencia don Adolfo Ruiz Cortines el 6 de julio de 1952.

Lo menos, pues, era que el “líder” de los veracruzanos saliera a saludar el triunfo del paisano, alguien que reclamaba su origen jarocho como lo reclamó en vida Agustín Lara aunque hubiera nacido en el entonces Distrito Federal.

En Córdoba, según un reporte que me llegó anoche, la alcaldesa Leticia López Landero planeaba convocar con urgencia a una sesión de cabildo para acordar que cuando vaya López Obrador a la ciudad lo declaren “huésped distinguido”.

Cuestión de recordar que cuando el 30 de abril le negó la plaza Bicentenario para que realizara su mitin, AMLO le advirtió que regresaría cuando fuera Presidente “y ya verán si entonces no nos prestan esa plaza”.

Habrá que ver ahora también si los empresarios de esa ciudad se niegan a recibir a los nuevos senadores de Morena, Ricardo Ahued y Rocío Nahle, a quienes como candidatos les dieron la espalda y se negaron a recibirlos.

México no se volcaba en las urnas como ayer desde el 6 de julio de 1988 cuando el entonces gobierno priista le robó el triunfo a Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, quien como candidato presidencial del Frente Democrático Nacional (FDN) le había ganado en las urnas a Carlos Salinas de Gortari, del PRI.

En Veracruz era entonces gobernador don Fernando Gutiérrez Barrios, quien con la finura política que poseía y el trato suave, terso con el que actuaba, logró revertir las notas de los medios y corresponsales veracruzanos que daban cuenta de la victoria del FDN (“hágalo por Veracruz”, les dijo a todos) y luego proclamaron el triunfo de Salinas.

Ayer votó, ciertamente, la simpatía por Morena, pero también la inconformidad y el desencanto lo mismo contra el presidente Peña Nieto que contra el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, pues al primero lo derrotó el pueblo abrumadoramente en la persona de su candidato José Antonio Meade y el segundo no logró la amplia votación que esperaba para su hijo candidato a la gubernatura.

Se trató de una elección pero, en el caso de ambos gobernantes, de un plebiscito también. Salieron reprobados.