Las causas de la derrota de Miguel Ángel

• Resistencia a reconocer la derrota • Pepe Yunes asume la responsabilidad de la derrota

2018-07-04

A Miguel Ángel Yunes Linares (MAYL) la soberbia no lo abandonó ni siquiera después de la derrota.

Con casi 6 puntos de diferencia, a Miguel Ángel Yunes le duele reconocer la derrota de su hijo.

En el video que difundió éste lunes 2 de julio dijo: “En el momento legal oportuno las autoridades dirán quienes ganaron los distintos cargos de elección popular y lo reconoceremos”.

Las autoridades electorales ya dijeron cual era la tendencia, desde la media noche del 1 de julio: Cuitláhuac García, Morena.

Como instrumento oficial, a la hora que emitió su video, el PREP ya le daba 6 puntos de diferencia a Cuitláhuac García frente a Miguel Ángel Yunes Márquez.
Bueno, tal vez el gobernador está pensando en que impugnarán la elección y se tendrá un largo proceso de zozobra para que se reconozca el triunfo del candidato de Morena, para repetir el panorama de hace 2 años, cuando semana a semana empujaban el rumor de que se anularía su triunfo.

Miguel Ángel padre no quiere reconocer la derrota. Trata de aletargarla lo más que pueda.

En lo que sí tuvo razón fue en que en Veracruz hubo mayor participación que en el resto del país.

La participación en México fue del 62 por ciento, en Veracruz del 64.
De hecho, esa fue una de las causas de la derrota de los Yunes azules: Había una efervescencia a favor de Andrés Manuel, pero también un empuje por no dejar que se concretara la dinastía azul.

El flujo de votantes fue suficiente para contrarrestar todas las marrullerías y hasta sobró; para eso sirvió la mayor participación de votantes en Veracruz.

Miguel Ángel, el gobernador, en su mensaje nos lanzó otro de sus dichos sin sustento: “Garantizamos no meternos en el proceso. No nos metimos. No lo hicimos para apoyar ni para afectar a ningún candidato”.

Eso fue completamente falso. Desde el principio se sintió y se vio el apoyo total de su gobierno para la campaña de su vástago.

Sabía bien, porque era ineludible, que su imagen se le transfería en automático a su hijo, tanto por la parentela como por la similitud del nombre.

La arrogancia le hizo creer que sólo tenía puntos buenos y que estos se le sumarían a su hijo. La altivez le impidió aceptar todo el rechazo que su gobierno generaba; la soberbia le hizo voltear la cara para no ver el daño que le hacía a la campaña de su hijo.

Para impulsar la candidatura de Miguel Ángel júnior pacto con los saqueadores de Veracruz, copto a caciques de baja ralea, jaló personajes nefastos a su círculo inmediato.

Y ese fue otro factor de su derrota:
Creyó que nadie veía sus componendas y cada vez que alguna de estas se evidenciaba su credibilidad social se mermaba.

Con esto se estrechaba el circulo defectuoso que lo rodeaba hasta cerrarse por completo y ahogar las pretensiones monárquicas.

Muchos que en un principio lo apoyaron, pronto o después lo dejaron. Recuerdo dos casos específicos: un académico de la Universidad Veracruzana (UV) en Veracruz y un taxista de Coatzacoalcos.

Los compromisos que hizo para con la UV, nunca los cumplió; no hubo reclamos públicos, pero sí en la boleta electoral. A los transportistas los trató como delincuentes, pero además favoreció a grupos, siguió repartiendo placas y buscó la forma de extraerles recursos

“Hay que recordar que pasaba antes. Antes los recursos del gobierno servían para apoyar a un partido y a los candidatos de ese partido…” y eso pasó en su gobierno, con las miles de despensas distribuidas por todo el estado, con las tarjetas entregadas, con las promesas firmadas.

Fueron nueve mil operadores los que contrataron en la Secretaría de Desarrollo Social de Veracruz para apoyar la campaña de Miguel Ángel júnior.
Pero no le alcanzó toda esa compra de voluntades y de personas: Miguel Ángel júnior perdió.

Más bien, Miguel Ángel Yunes padre llevó a la dinastía a la derrota.
Y quién sabe si algún día puedan levantarse para intentar de nuevo apoderarse del gobierno del estado.

Por lo pronto MAYL Repetirá el esquema que le aplicaron, de postergar la transición hasta el último momento: “en el momento legal oportuno iniciaremos el proceso de transición”.

¿Venganza diferida?, ¿aferrarse al poder hasta el último segundo?.
Pero además Miguel Ángel se atreve a hacernos más promesas que no va a cumplir: “Vamos a cerrar este gobierno con una etapa muy productiva para Veracruz, obras y acciones de gobierno que cambiaran totalmente la cara de Veracruz”.

Si no las hizo en año y medio, ¿porqué las haría para terminar su administración?.
La única respuesta es que las hará para darle las obras y los recursos a sus aliados o a empresas de su propiedad o de su familia, como ya ocurrió tanto en el gobierno del estado como en Boca del Río.

La corrupción evidenciada, es otra de las causas de su derrota.
Otro de los elementos que llevaron a la derrota a los Yunes azules, fue el menosprecio que evidenciaron hacia los demás.

A Miguel Ángel padre no le costaba ningún trabajo llamar “tonto”, o “irresponsable” o “ignorante”, a quien se contraponía a sus decires. O espetarle a los reporteros que le hacían preguntas incomodas un “no diga estupideces”, el “no voy a contestar tonterías”.

Miguel Ángel padre hizo muchas promesas que nunca cumplió. Tan sólo de las 30 que planteó en su toma de posesión, 25 no se hicieron.

Una de esas promesas fue el no pagarle a los empresarios a los que se les debe y a los que prometió que les cubrirían los adeudos.

Hubo quienes cerraron; hubo quienes emigraron; hubo quienes empeñaron hasta la camisa; hubo quienes se murieron.