Nueva forma de fraude electoral

Arturo Reyes Isidoro

Prosa Aprisa

2013-07-01

El domingo 7 de julio estaremos ante una nueva forma de fraude electoral, esta vez utilizando una herramienta de la revolución “electo-digital”, como la llama el especialista en el tema, Raúl Flores Rodríguez.
¿En qué consiste? Dejemos que el especialista nos lo explique:
“Ahora la línea es enviar el mayor número de tuits o comentarios en redes sociales desde las seis de la mañana el día de la jornada electoral, subir publicidad de candidatos, publicitar acciones, promesas o triunfos el mismo día de la jornada electoral, o lo peor de los dos mundos: ejercer el método tradicional de compra y coacción del voto, pero con medio probatorio digital; es decir, comprobar mediante una imagen vía celular el haber votado por el candidato acordado”.
Apunta que como esa modalidad no está contemplada en la ley electoral, no hay ninguna autoridad que la monitoree, como es el mismo caso de las campañas virtuales, “que permiten una interacción directa con los posibles votantes; un candidato o partido no tendrá límites para publicidad, un candidato puede invertir miles de millones de pesos en spots para Facebook, en publicidad, posters y cintillos digitales, y todo sin que exista una autoridad que monitorea los topes y gastos de campaña”.
Tiene razón. Por cuestión profesional, yo barro todos los días la mayor cantidad posible de portales informativos en diferentes horas del día, y me sorprende que en los portales de importantes diarios y revistas de circulación nacional, cuyas tarifas de publicidad política son de por lo menos seis dígitos (aunque la contratación se hace a través de empresas intermediarias), aparece publicidad de candidatos del estado, preferentemente del PRI (Tonatiuh Pola y Anilú Ingram, de Veracruz; Rolando Olivares, de Martínez de la Torre, y hasta Marcos Salas Contreras, del PRD en Xalapa), y me preguntó cuánto estarán gastando pero, más, de dónde sacarán tanto dinero para promocionarse. Pero no está regulado y no habrá sanción.
El pasado 23 de mayo, Flores Rodríguez publicó un interesante artículo en el portal SINEMBARGO.MX (http://sinembargo.mx/opinión/23-05-2013/14486), en el que advierte cómo las redes sociales han revolucionado al mundo de la política y cómo herramientas cada vez más crecientes como Twitter o Facebook, brindan una plataforma de difusión de proyectos, imágenes y propuestas de los candidatos.
Pero, señala que como todo en la vida, tiene sus pros y contras, ya que puede convertirse fácilmente en un flanco de tiro y crear falsos trending tropics, información falseada, campañas negras digitales, entre otras cosas. Todo esto ha ocurrido en Veracruz durante el actual proceso electoral, como seguramente ha podido comprobar cualquiera porque le han llegado correos con información realmente detestable y que no es difícil imaginar de donde salen o de donde provienen.
El autor del trabajo señala que la nueva modalidad en un entorno político-electoral gesta el llamado “acarreo digital”, como lo es la fabricación ficticia de trending topics, “o peor aún la lenta conversión en dispositivos de comunicación política en periodos de campaña”.

Apunta entonces que según la ley electoral, existen periodos específicos de campaña, y señala algo verdaderamente preocupante:
“… aquí es donde considero que se violenta la ley, ya que cualquier candidato puede utilizar estas plataformas digitales con un uso electoral. Imagine usted, si el órgano electoral prohíbe un spot fácilmente se puede subir a la nube y este cumplirá su cometido. También poco a poco se utilizan más los perfiles de redes sociales como enlaces territoriales de campañas políticas. Resulta algo sin duda útil en una campaña electoral, ya que el tiempo que un ciudadano pasa con un celular en la mano seguramente supera las nueve horas diarias”.
En este escenario se darán las elecciones el próximo domingo. ¿Cómo enfrentar estas nuevas formas de fraude electoral? Con el convencimiento pleno al electorado con base en propuestas viables, con trayectorias limpias, siendo buenos candidatos no prometiendo bajar la luna y las estrellas y sí al menos ofreciendo mejores servicios públicos. No hay otra forma, por ahora.
Y, claro, atendiendo voces con autoridad, como la de la Iglesia católica, que está alertando a sus feligreses, los ciudadanos, el electorado, para que no caigan en el juego perverso electoral de partidos y candidatos.
El viernes pasado, al acudir a un servicio religioso en Orizaba, el Arzobispo de Xalapa, Hipólito Reyes Larios, alertó contra lo que él considera un “distractor” como el llamado Candigato Morris, sobre el que dijo al respecto: “son estrategias electorales. La vez pasada fue lo del voto nulo y que se quedara en blanco la boleta, creo que es más un distractor”.
Exhortó a que se conozcan bien las propuestas y los compromisos de los candidatos de cada partido y después emitir el sufragio, “pero ojalá sea un voto libre, no comprometido. Cuando hablo de libre es que quien se identifica con un partido lo haga por su partido, pero quien no lo tiene sepa hacer un buen discernimiento”.
Por su parte, ese mismo día, el vocero de la Arquidiócesis de Xalapa, Presbítero José Juan Sánchez Jácome, hizo también un llamado a los veracruzanos a no votar por sistema, sino a analizar las diferentes propuestas, sobre todo su viabilidad.
“Por lo tanto procedamos a emitir un voto razonado, obviamente conscientes por el bien de nuestro estado de Veracruz; se trata de un ejercicio que no se puede tomar a la ligera, para que de esta forma nosotros participemos en la construcción del estado que deseamos”.
Ayer mismo, en su comunicado dominical, el Arzobispado, a través del padre Sánchez Jácome, recordó el mensaje del pasado 12 de mayo de los obispos de Veracruz en el que hicieron un llamado a fortalecer el voto ciudadano “que no se compra, ni se vende, ni se consigue a través de sobornos y amenazas. El voto personal, libre, razonado y secreto es insustituible para construir el país que anhelamos”.
Asimismo, recordó uno de los criterios que presentaron y a tomar en cuenta a la hora de definir el voto: “Tocará a los electores discernir entre los candidatos cuál reúne el mejor perfil para el cargo al que es postulado, por ejemplo: su conocimiento de la historia y las reales necesidades del pueblo; la coherencia y honestidad en su trayectoria familiar y política; su capacidad de diálogo incluyente y su disposición a escuchar a todas las personas sin importar la extracción social o partidista; la honestidad y transparencia en el manejo de recursos económicos”.
Pero lo clave, lo fundamental, es que salgamos a votar. Que nada inhiba el sufragio. Y ya, cada partido tendrá que hacer lo suyo, lo que le corresponderá ese día: vigilar que no le hagan trampas, chanchullos, porque de que los mapaches van a estar a la orden del día, lo van a estar. Allá del que se descuide.