NUEVA ÉPOCA PARA ACAYUCAN

Columna sin nombre Pablo Jair Ortega www.columnasinnombre.com pablojairortegadiaz@gmail.com 30 de MARZO de 2014

Pablo Jair Ortega

Columna sin nombre

2014-03-30

Acayucan es llamada “La Llave del Sureste” por su situación geográfica estratégica; de aquí parten los caminos hacia el Istmo de Tehuantepec, hacia la zona limítrofe entre Oaxaca y Veracruz, hacia los Tuxtlas, hacia el sureste y, obvio, al puerto. De aquí parte una de las autopistas más transitadas en el país.

A la vez, la importancia geográfica de Acayucan radica en que aquí se concentran cuarteles de la Policía Federal, de la Policía Estatal y la garita del Instituto Nacional de Migración. Por muchos años, Acayucan ha sido el paso obligado de quienes buscan el sueño americano.

Acayucan también tiene episodios destacados en la historia: aquí, en 1906, se dieron los inicios de la Revolución cuando miembros del clandestino Partido Liberal al mando de Hilario C. Salas, Miguel Alemán González, Hilario C. Gutiérrez, entre otros rebeldes, atacan a las fuerzas de Porfirio Díaz en pleno Palacio Municipal.

De aquí parten historias legendarias del pistolerismo y la manera en que se hacía política en tiempos donde se tenía que demostrar valor y no estarlo vociferando. Miguel Alemán Valdés, como presidente de México, fue de los más interesados en meter orden a la región y hacer que creciera como punto de desarrollo. Impulsó a la región como nunca.

Pero quienes conocen Acayucan saben que esta ciudad también es hospitalaria. Es un pueblo que pese a las adversidades recientes, sigue adelante porque su población no pierde su don de gente. También es punto de reunión de intelectuales, quienes se reúnen constantemente a debatir sobre temas culturales: de aquí es el reconocido poeta Orlando Guillén, quien acaba de presentar su último libro.

Aquí vivió y falleció el antropólogo Rubén García Leyton, autor del famoso libro “Los Culebreros”, que es obra obligada para conocer esta disciplina donde los curanderos curan a través de las culebras, usando incluso su veneno. Aquí también está la Unidad Regional de Culturas Populares, dependiente del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), gran impulsora del indigenismo en la región, así como de las tradiciones regionales. El antropólogo Alfredo Delgado Calderón es uno de los máximos exponentes de esta labor.

Acayucan también tiene fiestas a destacar como la del Día de Muertos, donde se hace toda una vendimia y eventos toda la noche en los alrededores del panteón donde está enterrado Miguel Alemán González, padre del ex presidente Alemán Valdés y abuelo del ex gobernador Alemán Velasco.

La ciudad de Acayucan también es de las pocas ciudades que se recuerden con una vida nocturna tremendamente activa, con restaurantes que permanecen abiertos las 24 horas del día (quien esto escribe, aquí ha probado los tacos al pastor más ricos de mi vida). Si bien lo anterior se ha perdido por el factor de delincuencia, poco a poco “La Llave del Sureste” ha ido recobrando esa tranquilidad apacible que le caracterizaba.

En lo político, el dominio de la familia Vásquez se ha sentido pese a la ausencia de su patriarca Cirilo Vásquez Lagunes, el otrora “cacique del sur” que llegó a controlar varios ayuntamientos del sur hasta su asesinato no aclarado el 19 de noviembre de 2006, a la edad de 51 años.

Pero este periodo las cosas cambiaron de rumbo: llega a la Presidencia Municipal el ingeniero civil Marcos Martínez Amador por el partido Alternativa Veracruzana (AVE) y desde el primer día ha demostrado que lo suyo es trabajar.

Es consciente de todas las historias antes mencionadas y la fama ganada por Acayucan como violenta, pero Martínez Amador destaca el apoyo del gobernador Javier Duarte de Ochoa para cambiar lo anterior: la entrada de la Policía Estatal con el Mando Único ha sido factor clave para que Acayucan volviera a recuperar la tranquilidad perdida hace unos años y que azotaba a la región.

Otra de las cosas que ha permitido la paz en Acayucan ha sido la obra pública, como la remodelación y, principalmente, la iluminación que se ha hecho en la zona urbana, necesario precisamente para que la vida nocturna de Acayucan permitiera a sus ciudadanos caminar de nuevo tranquilamente por sus calles.

Incluso el alcalde acayucaqueño promueve que este nuevo clima de tranquilidad para la región es propicio para que las empresas y los inversionistas lleguen a establecerse a “La Llave del Sureste”. Destaca que en la región hay una excelente mano de obra dispuesta y con muchas ganas de trabajar.

Por el momento se encuentra promoviendo sus fiestas carnestolendas que se celebrarán del 2 al 7 de abril y cuenta con un cartel de artistas que no le pide nada a los grandes carnavales como el de Veracruz o Coatzacoalcos. Destaca la presentación por primera vez en Acayucan, del rumbero venezolano Óscar de León, donde sólo se está cobrando una cuota de recuperación mínima de 150 pesos.

Sin duda, la labor de Martínez Amador está haciendo ruido y es precisamente porque está haciendo lo suyo, más allá de las críticas naturales que puedan lloverle a la democracia.

Otro de los proyectos que no se habían contemplado antes y que habla acertadamente de los planes a futuro del ingeniero Marcos Martínez Amador, es que junto a su esposa están planeando la creación de un banco de sangre municipal para apoyar a las familias de escasos recursos que necesitan de urgencia transfusiones y no tienen la posibilidad de costearlos.

En fin, para Acayucan es una nueva época la que se avecina y aunque pareciera que es difícil cambiar su fama, los cimientos están ya construidos en la presente administración municipal. Si las autoridades continúan por este rumbo más allá de las aspiraciones personales y políticas, estamos seguros de que cualquier pueblo prosperaría.

Acayucan, “La Llave del Sureste”, está haciendo lo propio.