DECRETO IMPIDE DONACIÓN DE TERRENOS DEL JARDÍN BOTÁNICO

Pablo Jair Ortega www.columnasinnombre.com pablojairortegadiaz@gmail.com 26 de OCTUBRE de 2014

Pablo Jair Ortega

Columna sin nombre

2014-10-26





Decretos de Hernández Ochoa para protección del predio Rancho Guadalupe, que después sería el Jardín Botánico de Xalapa

El pasado 20 de octubre escribimos que Veracruz estaba despreciando el legado de Rafael Hernández Ochoa, el gobernador ecologista quien por decreto protegió varias zonas del bosque de niebla en Xalapa advirtiendo del crecimiento poblacional de la capital veracruzana.

El 15 de octubre trascendió que el Congreso de Veracruz dio entrada a una iniciativa del Poder Ejecutivo donde se solicita la donación de 30 de las 38 hectáreas del Jardín Botánico “Francisco Javier Clavijero” --fundado por Hernández Ochoa el 17 de febrero de 1977-- para dárselo a organizaciones ambientalistas y que ahí puedan construir sus oficinas. Lo anterior fue dado a conocer por el diario La Jornada Veracruz, en nota de Jair García, quien señalaba que la iniciativa estaba ya por aprobarse.

Lo anterior suena a una terrible incongruencia: regalar terrenos de preservación ecológica a organizaciones ambientalistas para que éstas construyan oficinas para seguir defendiendo al medio ambiente. Es decir, van contra la naturaleza argumentando que es para defenderla. Van a derribar plantas y destruir parte del bosque mesófilo, para seguir defendiéndolo.

También escribíamos que se comenta entre la comunidad científica de la región (y que omiten nombres por obvias razones) que las organizaciones beneficiarias de dicha donación, Pronatura y el Fondo Mexicano para la Conservación del Medio Ambiente, son señaladas de ser facilitadoras del sector privado y oficial avalando la destrucción de zonas que se supone deberían proteger. Que además hay acusaciones de que las donaciones a estas organizaciones son millonarias y algunas provenientes del extranjero, por lo cual algunos de sus miembros viven como reyes.

Que lo anterior también podría ser una pantalla y dichos terrenos terminen como fraccionamientos, dada la rapacidad para destruir reservas territoriales y construir viviendas en Xalapa. Todo lo anterior en complicidad con la clase política veracruzana, que también se ha vuelto constructora de la noche a la mañana.

No obstante, documentos en poder de este autor, impiden que tal donación pueda concretarse. De darse lo anterior, sería una violación a la ley porque dichos terrenos están protegidos por un decreto del gobernador Rafael Hernández Ochoa marcado con el número 82 y publicado en la Gaceta Oficial de Veracruz con fecha del 27 de diciembre de 1975. Según fuentes consultadas del Gobierno de Veracruz, al parecer desconocen que existe dicho decreto y que por lo tanto se desconoce que haya sido derogado.

La historia es la siguiente: el 26 de junio de 1975, el Gobierno del Estado adquirió la propiedad de 76-94-43.51 hectáreas del predio denominado “Rancho Guadalupe”, mediante escritura pública 6763. El 24 de diciembre del mismo año, se expidió el decreto 82 con el objeto de regular el destino de dicho predio. En el Artículo Dos de ese decreto se determina que el predio rústico es de uso común y en tal virtud inalienable e imprescriptible y el aprovechamiento se realizaría tal y como el decreto lo describe en incisos posteriores.

Dicho texto expresa claramente: “El predio rústico denominado “Rancho Guadalupe”, ubicado en el punto conocido como La Haya, del Municipio de Xalapa, en la carretera antigua a Coatepec, Ver., con superficie de 76-94-43-51, es propiedad del Gobierno del Estado de Veracruz y en consecuencia un bien inmueble del dominio del Poder Público por tanto, se regula su destino en los términos que se precisan en los artículos siguientes: ARTÍCULO SEGUNDO.- Se declara de uso común y en tal virtud INALIENABLE E IMPRESCRIPTIBLE, el aprovechamiento de tres porciones del inmueble a que se refiere el artículo anterior”.

Posteriormente por el decreto número 156 promulgado por Hernández Ochoa el 23 de noviembre de 1976, el predio denominado “Rancho Guadalupe” cambia su nombre para llamarse “Parque Francisco Javier Clavijero”. Lo anterior se publicó en la Gaceta Oficial del Estado con fecha del sábado 27 de noviembre del mismo año.

Para mayor claridad se consulta al diccionario: INALIENABLE significa “Que no se puede enajenar, es decir, ni transmitir, ni ceder ni vender legalmente”. IMPRESCRIPTIBLE: “Que no pierde vigencia o validez”. En pocas palabras, el terreno que el Congreso de Veracruz donaría a las organizaciones ambientalistas a petición del Ejecutivo, no se puede ceder y dicha determinación decretada por Rafael Hernández Ochoa no ha perdido vigencia.

De hecho, en el inciso A del decreto 82 del año 1975 especifica claramente que parte de ese terreno “será dedicada a la creación de una zona boscosa y al establecimiento de servicios para uso y recreo popular, con el propósito de que sea un pase par el pueblo xalapeño y se integre a los medios de difusión cultural; sirviendo al mismo tiempo para la realización de trabajos de investigación botánica que extiendan sus servicios incorporándose al conocimiento del pueblo, para que forme conciencia de la importancia de la conservación de sus recursos naturales, y se familiarice con los nombres autóctonos y científicos de las variedades vegetales”.

Lo anterior sería indicativo de que Hernández Ochoa ya estaba previendo la construcción de dicho jardín en aras de preservación y estudio dada su vocación ecologista. Aquí más adelante se instalaría lo que hoy es el Instituto Nacional de Ecología (INECOL). Trasciende, por cierto, que según el Decreto 82, fracción a), señalan que la fracción de terreno compuesta de 19-73-94 hectáreas, en 2012 se le donó al INECOL en un acto de absoluta arbitrariedad por parte de la Dirección General del Patrimonio del Estado, porque el predio es inalienable.

De hecho, según versiones, en Patrimonio del Estado tienen mucho qué ver con el asunto de las donaciones y otorgamientos de predios en Xalapa. Que todo circula a través de la Subdirección de Bienes Inmuebles, quien es la que elabora los acuerdos a la Legislatura para solicitar la desincorporación de bienes. Esa también es otra historia.

Pero la donación que se pretende hacer a Pronatura y a la otra A.C. son a todas luces improcedentes por tratarse de bienes del dominio público. Podrán argumentar que es para la defensa del medio ambiente, pero el prestigio de ambas organizaciones dicen lo contrario y se arriesga un terreno protegido para simples oficinas.

Es más, la zona donde se ubica el Jardín Botánico contiene bosque de niebla en regeneración: el tipo de vegetación más amenazado en México, que junto con El Haya, el parque Fernando Gutiérrez Barrios y la barranca de Coapexpan, forman un corredor de conservación ecológica en la región Xalapa-Coatepec, tan necesario ante el crecimiento de la ciudad que ya ha devastado gran parte de su bosque.

Pero hoy lo quieren convertir en oficinas gratuitas… Hágame usted el “Refingado Chavor”.