Día de muertos, su historia (Primera Parte)

* Los conquistadores españoles, hicieron coincidir su celebración de fieles difuntos con el festival mesoamericano, originándose así el actual Día de muertos

Historias y tradiciones de Veracruz

David Alavez Cabra - 2013-10-31

En el tiempo actual, en nuestro país la mayoría celebra los Días de muertos el 1 y 2 de noviembre, en una mezcla de los divino, el misticismo y lo pagano, puesto que la mezcla de la cultura de los antiguos mexicanos con la de los conquistadores españoles, ha resultado en un sincretismo que proviene desde hace muchos años.

En la cultura prehispánica, existía un festival, cerca del inicio del mes de agosto, presidido por la diosa azteca Mictecacíhualt, conocida como "La Dama de la Muerte", y su esposo Mictlantecuhtli, “El dios del inframundo, de la tierra de los muertos”, en el cual se honraba a los espíritus de los fallecidos. En los siglos XV y XVI los conquistadores españoles en su intento de evangelizar a los nativos hicieron coincidir su celebración de los fieles de Difuntos con el festival mesoamericano originándose así el actual Día de Muertos, que combina en gran medida prácticas y símbolos de origen pagano, con otros de origen católico cristiano.

Nuestros antepasados, hace más de 3 mil años durante la época prehispánica, ponían ofrendas que bien podían ser un homenaje, un presente, o el ofrecimiento de un sacrificio a los que ya habían fallecido. Los muertos que no eran elegidos para habitar en los otros “paraísos”, iban al Mictlan (lugar de los muertos), o mundo inferior. En el reinaba el dios Mictlantecuhtli y la diosa Mictlancihuatl, que muchos asocian hoy con “La Catrina”, personaje creado por el caricaturista José Guadalupe Posada antes de la Revolución Mexicana.

Cuando llegaron a América los españoles en el siglo XVI, trajeron sus propias celebraciones del Día de Muertos cristianas y europeas, donde se recordaba a los muertos en el día de todos los santos. Al convertir a los nativos del nuevo mundo se dio lugar a un sincretismo que mezcló las tradiciones europeas y prehispánicas, haciendo coincidir las festividades católicas del Día de todos los Santos y Todas las Almas con el festival similar mesoamericano, creando el actual Día de muertos.

De acuerdo a la creencia, el altar que se debe colocar, debe tener tres niveles. La parte alta representa el Cielo y ahí se colocan las imágenes de los Santos; en medio está el limbo y ahí va la foto de los muertos que se supone, están pagando sus pecados; la tercera es la Tierra y en ella se colocan todas las cosas como comida, dulces, agua, etc. Alrededor o en la puerta de la habitación en donde la vayas a poner, debe tener un arco que simboliza “el permiso que da San Pedro”, para que las almas puedan “salir y regresar” al paraíso; enfrente se coloca un camino de pétalos de flor de cempasúchil para que los muertos “se guíen”, ayudados por su color amarillo fuerte. Mañana, culminaremos con esta historia.


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