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La cosa es mucho más sencilla que consultar la desaparecida sección amarilla del directorio telefónico.
Leamos el índice al principio.
El gobierno del cuestionado Javier Duarte de Ochoa, contrató el programa informático de espionaje telefónico Pegasus, con la Comercializadora de Soluciones Integrales Mecale, S.A. de C.V., vinculada a la empresa NSO Group, con sede en Tel Aviv, Israel.
El convenio se realizó por la suma de siete millones 626 mil 806 pesos con 92 centavos, con capacidad de intervenir más de 50 mil números telefónicos fijos y móviles, mensajes, correos electrónicos, contactos, registros de llamadas, agendas y activa micrófono y cámara.
El virus se instala en teléfonos celulares y solo es vendido a solicitud de gobiernos, no a particulares. Cada infección cuesta 77 mil dólares, algo así como un millón 390 mil 259 pesos con 64 centavos.
El tema es asunto de seguridad nacional, bajo reserva por cinco años, según la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), de la secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
El software recolecta información de contenidos telefónicos localizados en cámaras empresariales, asociaciones de industriales, sindicatos, partidos políticos, asociaciones religiosas, medios de comunicación, periodistas independientes, defensores de los derechos humanos y asociaciones civiles.
También figuran en su agenda organizaciones populares, comunidades agrarias, cárteles del narcotráfico, delincuencia organizada, células criminales, académicos, intelectuales, investigadores, políticos, empresarios, servidores públicos, redes sociales e instituciones de gobiernos federal, estatal y municipal, entre otros organismos seleccionados.
Y, ¿en dónde está Pegasus? ¿quién opera el programa informático espía? ¿desapareció del mapa polítoco?
Investigadores independientes ubican el primer domicilio de Pegasus en la parte superior del Palacio de Gobierno del Estado, conocido como El Palomar, después en la subsecretaría de la misma institución.
Dos años más adelante en el último piso del exedificio del Instituto de Pensiones del Estado (IPE), hoy torre central de la secretaría de Seguridad Pública (SSP) y casi al final del sexenio de Duarte de Ochoa, transladan a oficinas cercanas al sanatorio particular San Francisco, en la calle 5 de Febrero.
Luego en la estancia Garnica, propiedad del IPE, a la cual sólo tenían acceso quince empleados, el gobernador Cuitláhuac García Jiménez y el secretario de gobierno, Eric Cisneros Burgos.
Datos aportados por antiguos investigadores políticos, creen que actualmente se podría localizar en amplio edificio situado en la avenida de las Américas.
Sin embargo, Pegasus se mueve sin autorización de un juez.
Sólo para tus ojos . . .
¿Qué hacen en México elementos del ejército venezolano, médicos y activistas cubanos, y espías nicaragüenses…?
(DR) Columna 33, 2021, México
Por Carlos Lucio Acosta
carloslucioacosta@columnist.com
