·Con el apoyo de Sedesol, 250 mujeres delValle del Mezquital, en Hidalgo, forman la cooperativa Ya munts’ib’ehña queexporta sus productos a Estados Unidos y Gran Bretaña
·Son ejemplo de voluntad que debe resaltarseen ocasión del Día Internacional de la Mujer, destaca Heriberto Félix Guerra
·La Sedesol les otorgó recursos económicospara capacitación, asistencia técnica y elaboración de proyectos
Nacionales
COMUNICADO - 2012-03-07
El Valle delMezquital, en el estado de Hidalgo, es una de las regiones más pobres del país;el clima extremo, las fuentes acuíferas contaminadas y un alto índice deemigración hacen casi imposible vivir ahí, al grado que las indígenas Hñähñüparecen permanecer ahí resignadas ante el abandono de sus hombres, quienes sehan marchado a los Estados Unidos.
Pero haycomunidades como El Alberto, donde 250 mujeres se unieron y decidieron haceralgo para tener ingresos y salir de la situación de marginación en que seencuentran. Acudieron a la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) asolicitar asesoría y la obtuvieron. Hoy son parte de la cooperativa Yamunts’i b’ehña (mujeres reunidas), que rescató las tradicionesde sus ancestros otomíes para trabajar el ixtle o fibra del maguey.
Graciasal apoyo del Programa Opciones Productivas de la Sedesol, 250 mujeres artesanasde cinco comunidades del Valle del Mezquital, obtuvieron 365 mil pesos que lessirvieron para acciones de capacitación, asesoría técnica y elaboración deproyectos.
Hoy,la fibra del maguey o ixtle es la principal fuente de ingreso de estas mujeres,quienes se organizaron para elaborar de manera artesanal esponjas para baño.
Estasartesanas formaron una sociedad cooperativa de producción denominada Yamunts’i b’ehña, a fin de tener una empresa sustentable y crearalternativas sociales y económicas en beneficio de sus familias, de la región yque les permitiera conservar su cultura y tradiciones.
ElSecretario de Desarrollo Social, Heriberto Félix Guerra, expresó que con motivodel Día Internacional de la Mujer, este ocho de marzo, ejemplos como el de lacooperativa Ya munts’i b’ehña deben servir para reconocer “elcoraje, el orgullo y la dignidad de nuestras mujeres indígenas, que se unenpara sacar adelante a sus familias, para abandonar las condiciones de pobreza y,aún, luchar por conservar su cultura”.
Lacooperativa trabaja en la comunidad El Alberto, en el municipio de Ixmiquilpan,y la organización Ñepi b’ehña AC se encarga de la comercialización, queya lleva los productos a los Estados Unidos y a Gran Bretaña.
El titular de la Sedesol comentó que suman cientos los casos de éxitos de mujeresque logran su desarrollo a través de los diferentes programas de la Secretaría,y específicamente en el caso de Opciones Productivas, vemos que son más lassolicitantes femeninas que se convierten en microempresarias.
Perola cooperativa hidalguense no se queda sólo en la producción de artesanías,sino que instrumentó una estrategia de formación de mujeres líderes promotoras,quienes se capacitan y organizan talleres educativos con temas como“Derechos de las Mujeres Indígenas”, “Sustentabilidad”,“Derechos Sexuales y Reproductivos”, “Mujer yMigración”, “Mujer y Economía”, entre otros.
Laempresa fabrica diversos productos para limpieza corporal, como esponjillasrellenas de ixtle, cintas para tallar la espalda, jaboneras, ayates,limpiadores faciales, bolsas, llaveros, guantes exfoliantes, entre otros, y porcada uno obtienen 16.50 pesos de pago.
Elproceso de producción es laborioso y artesanal. Comienza desde la siembradel maguey, el cuidado de su crecimiento y el trasplante de los retoños,lo que provocará que la planta madre produzca más fibra.
Cincoaños después se empiezan a cortar las pencas, que se asan a fuego lento, sedejan reposar tres días, se tallan y se pone a secar la fibra, queposteriormente se lava para quitarle el tono amarillo; se vuelven a secar y secolocan en los malacates para sacar las largas tiras de hilo que convertirán enmadejas con la ayuda de un rústico rodillo.
Lasmujeres tejen la fibra con agujas, gancho y en telar, e incluso combinanmateriales usando máquinas de coser. Para teñir la fibra usan productosnaturales de la región, como la flor de cempasúchil, el higo, el eucalipto, lagrana cochinilla y la cáscara de nuez.