+ En la zona de Palmar de Bravo los incidentes por ordeña de combustible son constantes.
Nacionales
Agencias - 2015-10-30
Al menos cinco militares y dos agentes de Seguridad Física de Pemex fueron golpeados y desarmados por pobladores de San José Bellavista, del municipio de Palmar de Bravo, en Puebla, tras intentar detener a una célula de traficantes de combustible.
Los hechos se reportaron alrededor de la una de la madrugada de ayer en dicha localidad, ubicada a 82 kilómetros de la capital poblana, rumbo a Ciudad Mendoza, Veracruz.
Una fuente ministerial informó que los incidentes comenzaron cuando los dos agentes de Pemex, al realizar un recorrido de rutina en los ductos que pasan por la comunidad, encontraron a unas personas robando combustible.
Al tratar de detener a los delincuentes, los agentes fueron privados de su libertad por un grupo de pobladores, por lo que entró un grupo de ocho militares a la comunidad para rescatarlos.
Tras someter a los soldados, una turba, armada con palos y piedras los rodeó y les recriminó el abuso de autoridad, pues afirmaron que golpearon a los detenidos.
Los soldados que acudieron al poblado, ya rebasados en número por los pobladores, fueron desarmados; les quitaron seis fusiles, cuatro armas cortas y decenas de cartuchos, reportaron fuentes oficiales.
Fuentes de la Defensa Nacional argumentaron que la célula de traficantes de combustible los agredieron con armas de fuego y que repelieron el ataque, para después someter a los presuntos responsables.
Un mando militar consultado sobre el hecho aseguró que los pobladores defendieron a los probables delincuentes y que en ese municipio, de 40 mil habitantes, se asienta un grupo de la delincuencia organizada dedicado al robo de combustible y relacionado con Los Zetas.
Elementos de la 25 Zona Militar, al mando del General de Brigada Marco Antonio Guerrero Corona, acudieron al rescate de sus compañeros y dispersaron a los pobladores.
Sin dar detalles del tema, Pemex confirmó que los trabajadores que fueron privados de su libertad fueron rescatados.
Al menos 300 militares arribaron a la comunidad, donde instalaron nueve puestos de control vehicular para impedir que las armas robadas a sus soldados salieran de la zona.
Debido a la refriega entre soldados y pobladores, las autoridades no reportaron detenidos.
Hasta anoche, la Sedena ni las autoridades estatales se pronunciaron sobre los incidentes en Palmar de Bravo.
En los últimos meses Pemex ha dado a conocer que su personal ha tenido que controlar derrames de gasolina, fugas de gas e incendios en la zona provocados por la extracción ilegal.