#AsuntosPúblicos: INSEGURIDAD PÚBLICA: HORROR EN XALAPA

+ Por Eduardo Coronel Chiu / Diario AZ Xalapa

Zona Centro

Eduardo Coronel Chiu - 2018-01-15

Este fin de semana Veracruz, pero sobre todo Xalapa, vivió una de sus jornadas delictivas más sangrientas, exhibiendo una vez más la incapacidad del gobierno de Miguel Ángel Yunes Linares para contener la desbordada delincuencia, garantizar la seguridad pública y el estado de derecho.

En dos episodios, la capital del estado se mostró como un pueblo sin ley ni autoridad. La tarde del sábado frente al Palacio de Justicia en la avenida Lázaro Cárdenas, un hombre atado fue arrojado desde un vehículo y luego rematado a tiros en el piso, y por la noche, a la entrada del fraccionamiento Lomas del Tejar, el espeluznante hallazgo, una carnicería de miembros humanos que corresponden a 9 cadáveres, abandonados en una camioneta, junto con mensajes amenazadores al secretario de Seguridad Pública de Yunes, Jaime Téllez Marié y a su director de operaciones. Estos paquetes, además del reguero de cuerpos en otros municipios, Acayucan, Coatzacoalcos y Tihuatlán, unos estiman 16 ejecuciones y otros hasta 23; cuando no es en un lado es en otro, pero la violencia delictiva está imparable en todas partes de la entidad.

No es novedad el grave estado de la inseguridad pública en Veracruz. Aunque es un problema complejo que padece el país, la situación local ha empeorado bajo el gobierno de Miguel Ángel Yunes –ahí están los datos oficiales–, y eso que se las da de experto y prometió en campaña electoral que iba a reducir los delitos en tan solo seis meses; eso decía entonces para engatusar votantes. Ahora son las excusas. Es inaceptable que la indefensión de los ciudadanos y la hegemonía de las bandas de delincuentes se constituya en la normalidad de la vida pública ante la ausencia del estado.

Más excusas: “no eran gente de bien”

Tampoco se puede aceptar que el gobernador Yunes pretenda encubrir el fracaso de su política de seguridad pública con excusas; ante la impotencia para frenar a la delincuencia es ya un recurso trillado que se escude en decir que son eventos exclusivamente entre malos, “ninguno era gente de bien, eran secuestradores”, sentenció esta vez. Si bien hay hechos que parecen ajustes de cuentas entre bandas, disputa mafiosa por el territorio –que igualmente está obligado el estado a impedir–, se han elevado también los ataques a la población, hay numerosas víctimas de secuestros, robos o asesinatos, a quienes no se puede criminalizar sugiriendo que tenían algo que ver con delincuentes.

Víctimas de delitos de alto impacto

El año pasado, con cifras al mes de noviembre, según la página en internet del Sistema Nacional de Seguridad Pública relativa al número de víctimas de delitos de alto impacto, en Veracruz se registraron 1,778 homicidios dolosos –quinto lugar en el ranking nacional–, más de 400 homicidios sobre el mismo periodo del año 2016; 180 secuestros –segundo lugar nacional–, 56 más en el comparativo; 424 extorsiones, superior en 270 casos al año previo.

Yunes resultó peor en materia de seguridad. No obstante el apoyo permanente de las fuerzas federales –Marina, Ejército y Policía militar, Gendarmería y PGR, el gobierno de Yunes no sólo no contuvo los índices delictivos, se dispararon en su primer año de gobierno.

Si así le fue al experto, cómo le iría a su neófito heredero

El problema de la falta de seguridad en Veracruz, la crítica al fracaso de la estrategia (si la hay) de Miguel Ángel Yunes, y la definición de una nueva y eficaz política de seguridad, ya es un tema obligado de la agenda pública y para el debate en las campañas electorales para gobernador del estado.

De entrada resulta absurdo pensar en que un neófito en la materia como Miguel Ángel Yunes Márquez, el hijo del gobernador, candidato del PAN-PRD-MC, tendría algo que aportar contra la imparable delincuencia que aterra al estado, con su muy limitada experiencia político-administrativa, nula en seguridad pública, dado que el municipio de Boca del Río que presidió no tuvo siquiera funciones de policía municipal.

Pese a la gravedad del problema de inseguridad que padece Veracruz y los reclamos de la sociedad, el gobernador Yunes tiene como prioridad impulsar la candidatura de su hijo y enfrascarse en polémicas rijosas con Andrés Manuel López Obrador. El electorado se equivocó con el padre, cabe la rectificación para no tener otro gobernador peor.

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