Un vecino del municipio de Atzalan quien contaba en su contra con una orden de aprehensión no llego a ser internado en el reclusorio debido a que falleció en el camino, por más que trataron de salvarle la vida no fue posible tras sufrir un infarto.
Fue tras una notificación por parte del personal del hospital a la policía municipal de Tlapacoyan y ministerial para darles a conocer que una patrulla del municipio de Atzalan había llegado con una persona esposada y que ya no presentaba signos vitales.
Al entrevistarse el personal uniformado con el comandante de la policía de Atzalan, Lucio Ortiz Ortega, quien señalo que acudieron a prestar el apoyo a la policía ministerial de Jalacingo para realizar una detención de un vecino de la localidad de Barrancones.
Logrando dar cumplimiento a la colaboración de la policía ministerial, pero desafortunadamente en el trayecto de Barrancones a Tlapacoyan, el indiciado se empezó a sentir mal trasladándolo de manera rápida al hospital de esta ciudad para su atención médica.
Pero desafortunadamente al ser valorado por los galenos este ya había perdido la vida, que fue identificado como Rafael García Aburto quien contaba con una orden de aprehensión en su contra por el delito de homicidio doloso.
Situación por la que fue requerida la presencia de servicios periciales para iniciar las diligencias de rigor y con ello trasladar al occiso al semefo para que le fuera practicada la necropsia de rigor.
