De cinismo y anexas

2018-05-17

Escribe Fernando Savater: “Idiota: Del griego idiotés, utilizado para referirse a quien no se metía en política, preocupado tan sólo en lo suyo, incapaz de ofrecer nada a los demás.”

Sí; luego la palabra “idiota” derivó, en términos médicos, en “retraso mental profundo, una enfermedad mental que consiste en la ausencia casi total en una persona de facultades psíquicas o intelectuales”. La RAE define el vocablo como tonto o corto de entendimiento; engreído sin fundamento para ello; que carece de toda instrucción.

Quizás por eso el comediante Héctor Suárez “consideró que la corrupción en México no terminará si un "idiota" llega a gobernar el país, pues se trata de un cambio de moral individual. (…) señaló que ninguno de los cinco candidatos a la Presidencia vale la pena para él.” (alcalorpolitico.com, 16-05-18).

De cualquier modo, me quedo con Voltaire: “La idiotez es una enfermedad extraordinaria, no es el enfermo el que sufre por ella, sino los demás.”

Ahí se ven.