Winckler, cuestión de tiempo

El presidente de la Mesa Directiva en la Legislatura de Veracruz, José Manuel Pozos Castro, adelantó que durante la sesión del próximo jueves 17 de enero se abordaría el tema de la destitución de Jorge Winckler Ortiz como fiscal general del Estado.

Dejó en claro que ese tema se encuentra en la cancha de la Comisión Instructora, que integran los diputados Rubén Ríos Uribe, Jessica Ramírez Cisneros y Enrique Cambranis Torres, de Encuentro Social, Morena y PAN, respectivamente.

Aun así, el presidente de la Mesa Directiva señaló que existe todo, en términos de documentación y pruebas, para proceder a la destitución de Winckler.

El Congreso, como se sabe, cuenta ahora con facultades para remover del cargo al titular de la Fiscalía General del Estado, por causas graves.

De esa forma, es sólo cuestión de tiempos para que la Legislatura determine el cese del fiscal Winckler, a quien se le ha cuestionado, por ejemplo, la presunta ineficiencia en la integración de carpetas de investigación contra ex funcionarios veracruzanos señalados por actos de corrupción.

Habría que decir que el trabajo de la Fiscalía ha sido objeto de todo tipo de señalamientos; de hecho, el primer titular que tuvo ese organismo autónomo, Luis Ángel Bravo Contreras, se encuentra tras las rejas, en el penal de Pacho Viejo, Coatepec.

En enero de 2015, durante el sexenio de Javier Duarte, Bravo Contreras rindió protesta como Fiscal. Debido a la presión ejercida por el ex gobernador Miguel Ángel Yunes, el ex fiscal fue obligado a renunciar el 28 de noviembre, aunque fue durante las primeras horas del primero de diciembre de 2016 cuando dicha renuncia tuvo efecto.

Con la llegada de Yunes Linares a la gubernatura, Jorge Winckler, abogado del ex ejecutivo, fue nombrado encargado de despacho primero, y fiscal general el 30 de diciembre de 2016, con el voto a favor de 38 diputados del Congreso local, panistas, perredistas y priistas. Morena votó en contra de la citada designación, dado que se trataba de un evidente intento del entonces mandatario por asumir el control de la dependencia responsable de la procuración de justicia.

Winckler, al igual que Luis Ángel Bravo, fue designado para un periodo de 9 años; y al igual que su antecesor, podría no terminar su encargo, si es que la Legislatura determina su remoción, que es lo que parece más probable.

Lo peor para la causa del actual fiscal veracruzano es que Morena tiene una aplastante mayoría en la Legislatura del Estado; por otro lado, la decisión de Winckler de asumir una actitud belicosa ante el titular del Poder Ejecutivo podría costarle más caro de lo que piensa.

En un descuido, Winckler Ortiz termina igual que Bravo Contreras, quien por cierto estaría cerca de recobrar su libertad para continuar su proceso fuera de la cárcel.

Como sea, todas las apuestas en torno al futuro de la Fiscalía apuntan a un cambio de titular, a pesar de todos los amparos que decida promover y de toda la estrategia legal aparentemente diseñada por el funcionario para mantenerse en el cargo.

El “apoyo” a Manuel Francisco “N”

Gente de Chicontepec, aparentemente organizada por las autoridades locales, se trasladó a Pacho Viejo para externar su apoyo al ex diputado local del Partido Verde, Manuel Francisco “N”, quien se encuentra detenido por presunto secuestro.

Señalan que se trata de un preso político, y que el hecho se circunscribe en una disputa por el control regional entre el detenido y el agraviado por el mencionado ilícito, Gonzalo Vicencio, de Morena.

Los manifestantes apuntaron que con sus medios contrataron dos autobuses para trasladarse desde Chicontepec a Xalapa, como si esa versión fuera creíble. De hecho, en dicho lugar de la Huasteca veracruzana se comenta que se trata de personas contratadas para ejercer presión en la Sala de Juicios Orales de Pacho Viejo.

Probablemente el grupo que encabeza el detenido piensa que con pancartas y gritos puede inclinar la balanza para que salga de prisión; lo cierto es que si se comprueba que el ex diputado del Verde cometió el delito que se le imputa, lo que es muy probable, podría pasar un largo periodo en la cárcel.