MAESTROS DISIDENTES NO QUIEREN NI UN BALAZO

Pasillos del Poder César Augusto Vázquez Chagoya www.enlaceveracruz212.com.mx vazquezchagoya@prodigy.net.mx 26 de SEPTIEMBRE de 2013

César Augusto Vázquez Chagoya

Pasillos del Poder

2013-09-26

Si no supiéramos que la Reforma Educativa es un 100% de avances para los niños y jóvenes del país y quitar el poder a los líderes sindicales para regresarlo al estado, ahora ya no es un asunto exclusivo del presidente Enrique Peña Nieto, sino de las principales fuerzas políticas del país.

Ya emitida la Reforma Educativa y sus tres leyes secundarias, no hay vuelta atrás, porque es más grave que se quede mal con millones de padres de familias y los millones de simpatizantes del PRI, PAN y PRD quienes, en verdad, pusieron un hasta aquí a los desmanes en la educación.

No sabemos ahorita cuántos trabajan en el sector educativo. Qué vergüenza para el país.

Cierto que la Reforma Educativa la van aplicar los estados, pero los maestros disidentes obviamente no saben leer, porque la reforma se aplica sólo a los maestros federales. En Veracruz, por ejemplo, hay 19 sindicatos: la más afectada es la mayoritaria sección 32 del SNTE; el restante son 18 sindicatos estatales y es por eso que se manda a los disidentes a platicar a la Legislatura de Veracruz.

¿Por qué? Siendo sindicatos estatales, tienen que negociar la esencia de la Reforma Educativa con las condiciones culturales, sociales, geografía, etc., del estado y los que tienen que hacer las adecuaciones son los 50 legisladores de Veracruz.

Para desgracia de los maestros en contra de la Reforma Educativa, no están entrenados para una guerra con el gobierno, que no puede dar marcha atrás. Los disidentes en Veracruz no tienen liderazgo; carecen de un plan y sobre todo no están dispuestos a dar hasta la vida en la lucha por querer derogar la Reforma Educativa.

Si los disidentes niegan que en el sector educativo se heredan las plazas (que está prohibida por la constitución), que se venden calificaciones, que hay acoso sexual a los alumnos, que son protegidos aunque falten más de tres días, etc., entonces no son maestros o son “aviadores” en el sector educativo.

Si los maestros disidentes dicen que en la Legislatura no los escuchan, pues están muy equivocados: el que la dirige hasta ahora, Flavino Ríos Alvarado, podrá tener muchos errores, pero él se preparó con el maestro Manuel González Avelar, quien fue senador y secretario de Educación Publica.

“FLA” ya fue delegado federal de Educación en el estado; dos veces subsecretario de Gobierno, secretario de Gobierno y estuvo a punto de ser gobernador en el 2004. Los disidentes dos veces han platicado con Flavino y varios diputados, pero en vez de discutir la Reforma Educativa, piden que no haya represalia para ellos porque van a estar en “paro indefinido”.

Las dos veces los diputados locales les han dicho a los maestros que no habrá represalias contra ellos, y les piden que regresen a clases y sigan su lucha. En pocas palabras, esto no termina ahorita, ya que faltan las adecuaciones a las leyes educativas estatales, pero los maestros tratan sólo de protegerse y ya están violando la nueva Reforma Educativa, porque no les dan clases a los niños por más de 20 días.

Por faltar a clases tres días son acreedores a que los despidan.

¿Quieren saber que le piden los disidentes a los diputados? Vea y no se ría:

1.- Que no se ejercerá ninguna sanción económica, administrativa o laboral, quedando sin efecto toda acta circunstanciada de abandono de empleos, descuentos, suspensión de pagos, quedando a salvo trabajos y salarios, durante la duración de este paro indefinido de labores.

2.- No se ejercerá ninguna acción punitiva en contra de los docentes que participen en este paro.

3.- El magisterio se compromete a compensar los días no laborados.

4.- Que el gobierno garantice el no uso de la fuerza contra del magisterio.

Hasta ahí resumido, la petición de los maestros disidentes. Después de leer esto, me fui a comprar un carro de nieve de limón para los maestros. Como dice el argot popular: “Pelones y con cachucha”

El citado escrito es para decirle no sólo a la autoridad, sino a la sociedad en general que quiere mejoras en el sistema educativo, que los maestros pueden no dar clase el tiempo que quieran y nos tragamos el cuento de que repondrán las clases. El tiempo nunca vuelve.

Aparte que no van a dar clases, se les tendrá que pagar sus salarios y prestaciones. ¿En qué país del mundo sucede esto? Que no se meta la fuerza pública con ellos es un sueño. Los maestros disidentes están tensando la liga y nadie garantiza que padres de familia, particular o fuerza pública no los ponga en orden.

Estos maestros que no trabajan, desconocen que sus compañeros tenían bloqueado el centro de abastecimiento de pipas en la refinería de Minatitlán. ¿Eso es una lucha magisterial? Aquí y en China es un delito federal.

En la sierra de Zongolica, maestros paristas bajan en Tequila a los maestros que van a dar clases y en ese juego se les echó encima un vehículo de un funcionario municipal de Texhuacan que sólo hirió un maestro ¿Pero si mata a varios, quién tiene la culpa?


Los maestros disidentes quieren que vayan los militares o policías a reprimirlos. ¿Por qué lo van hacer? Que se queden en la calle el tiempo que quieran. Los gobiernos sí saben lo que es la contención a la represión.

¿Por qué reprimir de parte de la policía? Si los maestros disidentes cada día que pasen, aumentarán las actitudes hostiles de los padres de familia en su contra y también el rechazo de una sociedad que está cansada de la impunidad de políticos, curas y maestros, principalmente.

Que no se engañen los maestros disidentes veracruzanos: cada día son menos. Tanto así que piden apoyo a otros gremios como los universitarios y petroleros, aunque éstos últimos ya marcan su distancia porque les están afectando en sus cuestiones laborales como el paro en la refinería de Minatitlán. A los mejores aliados que tienen en el sur de Veracruz, los maestros los perjudicaron con sus protestas.

Oaxaca no es Veracruz. El vecino estado está lleno de pueblos indígenas y han hecho los de la Sección 22 lo que quieren, pero los indígenas más radicales ya se empiezan a defender.

Quédense en las calles protestando, en vez de negociar en clases. ¿Qué puede pasar? ¿Quemar el Palacio de Gobierno? ¿Bloquear de forma indefinida las principales avenidas? No va a pasar nada, pero qué oportunidad a cientos de miles de jóvenes con profesión, que ansían sus plazas para comer y no tienen trabajo.

¿Qué pasa si a los faltistas le quitan sus salarios o los corren? Nadie en este estado los va a extrañar. Somos un pueblo que camina aprisa y los que se quedan en el pasado, se quedan. Las prebendas fuera de la ley se les acabó. Tardará tiempo de llegar a lo óptimo, pero los niños tendrán buenos educadores que sí aprecien su trabajo.

Si los maestros disidentes en la lucha de querer abrogar o suspender la reforma educativa, dan su vida, nadie se los agradecerá; pero no habrá nadie con ese valor, porque les gusta protestar de lunes a viernes. Los sábados y domingo, están acostumbrados a pasarlos con su familia.

Así es. Los maestros, equivocados o no, también tienen familia. Para terminar y como vivimos del chisme, queremos saber si el secretario de Educación de Veracruz, avalado por el Contralor del estado, les paga a los maestros faltistas esta quincena que se efectúa el 28 de septiembre.

Desde que íbamos a la primaria, no conocíamos unas peticiones tan infantiles. Cómo se nota que estos maestros disidentes y sus patrocinadores, nunca han estado en guerra contra un gobierno electo democráticamente. Que se la coman solos.