¿Está decidida ya la sucesión en la UV?

El gobernador Javier Duarte de Ochoa fue muy claro y preciso y lo dijo sin ningún titubeo: no tengo candidato.

Arturo Reyes Isidoro

Prosa Aprisa

2013-07-18

Se refería a la sucesión en puerta en la Rectoría de la Universidad Veracruzana en la que, se supone, él no tiene ninguna injerencia porque es a los miembros de la Junta de Gobierno a los que toca la gran responsabilidad de nombrar al relevo de Raúl Arias Lovillo.

La afirmación del mandatario ocurrió la tarde del pasado viernes durante una comida con un grupo de columnistas en la Casa Veracruz.

Pero es tal la contaminación política en prácticamente todas la esferas de la vida pública del estado que se da por hecho que el nombre de quien va a ser el nuevo Rector pasa siempre por el visto bueno del gobernantes en turno, y esta vez no es la excepción. Por eso uno de los comensales le tocó el tema.

Si Duarte no tiene injerencia alguna, al menos demostró estar muy al tanto del proceso e incluso mencionó uno a uno, por su nombre, a quienes se inscribieron para participar en la liza universitaria y para todos tuvo un buen comentario y a ninguno descalificó.

Hubo, sin embargo, una mención especial, que algunos de los asistentes tomaron como un indicio de que se estaban decantando ya por uno de ellos e incluso, por lo que escuché, hubo quien salió con la certeza de que la sucesión rectoral ya estaba decidida.

Fue cuando se quejó de que no ha habido una relación cercana con la actual administración universitaria, lo que también pudo haberse tomado como que se estaba quejando de una relación no buena con Arias Lovillo, el actual Rector, por no usar el calificativo de mala. Sí dijo que la relación no era fácil.

Citó en cambio cómo hubo buena relación entre el gobierno del licenciado Miguel Alemán Velasco y el rectorado de Víctor Arredondo Álvarez, quien aspira a ocupar la silla de las Lomas del Estadio por tercera ocasión, “de la cual ambas instituciones salieron beneficiadas”.

Pero dijo que: “No tengo candidato”, aunque enseguida matizó que, en todo caso, “mi candidato es con quien yo tenga la oportunidad de trabajar” y “con quien podamos tener una excelente relación sin detrimento de su autonomía”.

La pregunta es si aparte de Arredondo los otros aspirantes podrían y estarían dispuestos a trabajar conjuntamente con el Gobierno del Estado y tener una excelente relación como el gobernante desea, o ¿es que acaso alguno de ellos llegaría para confrontarse con el Gobernador o para no tener excelentes relaciones?

En rigor, en estricto rigor, no tendría porque haber buena o mala relación, a secas, pues Universidad y Gobierno son entidades cuyas funciones están muy bien definidas y sus propósitos son totalmente diferentes, una tiene que ver con el conocimiento y el otro con el bien común.

Pero, de todos modos, dadas las características de nuestro sistema, con lo que dijo Duarte, ¿se puede dar por hecho que “destapó” a Arredondo y de que la sucesión ya está resuelta?, ¿sí así fuera, en todo caso, todo el proceso se reduciría a un clásico “dedazo” como si se tratara un candidato más del PRI?, luego entonces, ¿los miembros de la Junta de Gobierno estarían reducidos a jugar sólo un papel de comparsa?, y la autonomía ¿sólo sería de mentiritas?

Una cosa si pareció quedar muy clara: que si el Gobernador puso en relieve la buena relación entre Alemán Velasco y Arredondo Álvarez y añora y desea algo así, entonces es que ahora no la tiene.

Será interesante ahora saber si finalmente Víctor Arredondo es el favorecido, con lo que sería mucha coincidencia con las palabras del titular del Ejecutivo del estado, que no tiene por qué no haberla, aunque entonces a nadie se le quitaría la idea de que siempre sí, que sí hubo dados cargados.

Pero el Gobernador fue muy claro ese viernes: no tengo candidato. ¿Pondrá alguien en duda su dicho?

Duarte se concentra

¿Qué si va a haber cambios en la administración pública estatal? Aunque primero dijo que no, que sólo reforzaría su gobierno, al paso de las horas el gobernador Javier Duarte de Ochoa terminó por dejar implícito que sí los habrá: “Vamos a madurarlos. Tengo que concentrarme. Voy a hacer un análisis exhaustivo para ver en dónde estamos”.

Más: luego de autodefinirse como un hombre “sensible, extremadamente sensible”, no se quedó con las ganas de adelantar un argumento de mucho peso que, se entendería, sería un factor para decidir quién o quiénes se quedan y quién o quiénes se van: que en el recién concluido proceso electoral hubo quienes sí “le entraron a los guamazos pero otros se hicieron a un lado”.

Así que aquellos que no le entraron a esos guamazos ya deberán ir preparando maletas; y los que no, pues, lógicamente, no.

Pepín Ruiz también cumplió

Uno de ellos, de los que sí le entró a los guamazos y cumplió y entregó buenas cuentas fue el famoso José Ricardo Ruiz Carmona, el famoso “Pepín” del puerto de Veracruz, quien coordinó la campaña de Tonatiuh Pola Estrada como candidato a la diputación local por el distrito de Veracruz Rural. Seguramente, como a Adolfo Mota y a Marcelo Montiel, ya le pusieron o le van a poner su estrellita en la frente.

Y a propósito del puerto, a ver cuánto le dura la sencillez al nuevo presidente municipal Ramón Poo Gil, quien ayer se desayunaba solo, sin guaruras, con gran sencillez, en el café La Parroquia de los llamados 200 años, una imagen que habla bien de él… por el momento, ya que habrá que verlo y conocerlo cuando esté en plenitud del “pinche poder”, que es cuando en verdad se conoce a las personas.

Pepe Yunes, hoy en el puerto

Quien baja hoy a la aldea es el senador José Francisco Yunes Zorrilla. Viene del altiplano, del Senado, de cuya comisión permanente forma parte. Pepe desayunará en el puerto jarocho y de ahí viajará a la capital del estado.