El día de los trabajadores

2013-04-29

El día internacional de los trabajadores es la celebración con la que se pretende recordar al movimiento obrero mundial, que encierra una rica tradición de pensamientos, ideologías, esfuerzos y sobre todo luchas para lograr reivindicaciones claras que les favorezcan, después de vivir en condiciones de explotación y miseria.

En el sustento de tales luchas las teorías marxistas como interpretación de la realidad social fueron determinantes, aun en Estados Unidos, cuna del capitalismo y ahora del neoliberalismo radical, donde se dieron los acontecimientos de 1886 en la lucha por la jornada de trabajo de ocho horas bajo el lema de «ocho horas para el trabajo, ocho horas para el sueño y ocho horas para la casa».

La revuelta de Haymarket Square, en Chicago, el 4 de mayo de 1886 fue la gota que derramó el vaso de las inquietudes obreras que aspiraban a mejores condiciones de vida, manifestadas en una serie de protestas en los últimos días. Ese día, alguien desconocido arrojó una bomba sobre la policía que intentaba disolver a los manifestantes resultando varios muertos entre policías y civiles.

Esto derivó en un célebre el juicio que condenó a muerte a cinco anarquistas radicales, por las condiciones de ilegalidad y total falta de respeto a la condición humana, lo que hoy sería un atentado a los derechos humanos y un juicio parcial bajo procedimiento inconstitucional.

México también conmemora cien años de lucha obrera y de los trabajadores, desde Cananea en 1906, Río Blanco en 1907, los hermanos Flores Magón, el periódico Regeneración, el Club Liberal de Cananea, no sólo contra la dictadura de Díaz, sino por la propagación de ideas de transformación social profunda, sin duda influidos por los ideales socialistas, en contra de salarios bajísimos, inseguridad laboral, condiciones inhumanas.

Enrique de la Garza y otros investigadores de la UNAM dividen la investigación sobre la lucha obrera en tres etapas: “la primera culminaría en los años treinta, en la que los estudiosos son principalmente militantes obreros y de partidos políticos; la segunda etapa abarcaría hasta principios de los sesenta, con una producción más bien apologética del Estado y del sindicalismo oficial; y la tercera iniciada en los sesenta hasta la actualidad, influenciada por el movimiento estudiantil del 68”.

Le conceden poco valor a las luchas de los mexicanos identificados con el socialismo, la Casa del Obrero Mundial, la Internacional Socialista y el Partido Comunista Mexicano. Pero cabe entonces reconocer una cuarta etapa que inicia en 1990 hasta nuestros días, con una alternancia pacífica del poder y con la aparición de las fuerza neoliberales que le dan un sesgo a la relación obrero-patronal, el adelgazamiento del Estado, la desaparición del corporativismo (aun existente) y de los grandes monopolios privados (con apenas intentos tímidos y aislados por superarlos).

Históricamente, en los países que tienen un día asignado para conmemorar el Día del Trabajo, ha sido la oportunidad para expresar inquietudes, inconformidades y también reclamos de mejores condiciones laborales, respeto a la autonomía sindical, etcétera. Pero los espacios para la reflexión sobre la evolución actual de las condiciones laborales de los trabajadores, se miran dispersos y faltos de sustento.

Esto es comprensible, dado el enorme cúmulo de elementos dispersores de la atención, como la inseguridad nacional, el narcotráfico, los peligrosos grupos de opresión y chantaje, los medios audiovisuales, la falta de conciencia social, la falta de elementos de cohesión social, la juventud digital que vive en un mundo inmenso pero inabarcable.

Este primero de mayo también se expresa la gratitud de quienes cuentan con un trabajo estable y seguro, en un marco de reconocimiento a los otros que intervienen para que esto sea posible. Este Día del Trabajo será, seguramente, un compás en la sensibilidad de la clase trabajadora, es decir, en la mayoría ciudadana del país.

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