Fidel despacha en Xalapa

Arturo Reyes Isidoro

Prosa Aprisa

2013-08-07

No. Ni embajada en Venezuela o Argentina ni curul en el Congreso local. Casa-oficina-despacho en el Boulevard Cristóbal Colón en Xalapa, casi frente a la Torre Ánimas, a un lado de la mansión de Reynaldo Escobar Pérez.
Ahí viene despachando, con regularidad, el ex gobernador Fidel Herrera Beltrán. A decir de quienes han ido y entrado, el cuenqueño está en su ambiente natural: con mucha audiencia de veracruzanos de todos los puntos de la geografía estatal, con sala y antesala llena y gente esperando afuera.
Es el mismo de siempre, me dicen,: habla mucho, se adjudica posiciones políticas, ofrece cargos, promete apoyos. Los reporteros no se han dado cuenta que ahí tienen una veta informativa muy rica, pues llega el que más, me han dicho, incluyendo a los “dirigentes” del PRD rojo y de partidos satélites, a quienes controla o dice controlar.
Ya nada más, me aseguran, falta que vayan colonos, gente del pueblo, jodidos económicamente a pedirle que les dé para el gas, la renta, el agua, la luz, el pan, que les consiga boletos de entrada para los juegos de los Tiburones, etcétera.
Con razón, en vísperas de las elecciones, en la celebración del cumpleaños de Rafael Cruz Tronco, popularmente conocido como el “Negro” Cruz, Moisés, hermano de Fidel, comentó en petit comité que pasados los comicios el ex gobernador buscaría reposicionarse políticamente. Se ve que no le ha costado mucho.
La versión que se da, por cierto, es que Fidel fue el responsable de operar para el PRI el municipio de Boca del Río en el pasado proceso electoral y no Enrique Ampudia Mello, como cree la mayoría. Se metió, pues, a disputarles la plaza en su mismo dominio a los Yunes “malos”.
Los apretó tanto que hizo que Miguel padre e hijo, Fernando y Omar tuvieron que dedicarse en cuerpo y alma y concentrarse en su plaza para no perder la alcaldía y de paso los hicieron soltar el resto de las posiciones que pretendían ganar con sus allegados en otras partes del estado, y el resultado ya es conocido.
Ésa, me han platicado, fue una táctica deliberada, con toda intención. El PRI sólo perdió Boca del Río pero ganó todas las demás posiciones que le disputaban. Se dice que Fidel hizo crecer tanto en votos a Sergio Pazos Navarrete que ya lo enfila para ser candidato a diputado federal.
En “Prosa aprisa” publiqué que alguna vez un reportero le preguntó al ya entonces ex gobernador Rafael Murillo Vidal que a qué edad debía retirarse un político. Parco como era don Rafael le contestó a botepronto: “¡Hasta que se muera!”.
Marcelo, en el círculo de espera
De los cambios que se mencionan, el de Marcelo Montiel todavía es una incógnita. Según trasciende, todavía no le definen si irá a presidir el PRI estatal o será nombrado nuevo delegado de la Sedesol federal. En todo caso, se supone, todo dependería que de México le dieran el visto bueno para esto último cargo, si es que ya fue propuesto.
Mientras, el ex alcalde de Coatzacoalcos está con el bat al hombro en el círculo de espera, para decirlo en lenguaje beisbolístico.
Un despido no sentido
El poder, ya se sabe, no es para siempre, pero, casi sin excepción, quienes llegan a él se olvidan de ello y entonces actúan como si nunca se fueran a ir del cargo. Y en un afán mal entendido de uso estricto de la autoridad abusan y lastiman, atropellan e incluso humillan lo mismo a ciudadanos que a subordinados suyos.
Ahora que se ha deslizado la información de que se va del puesto el Contralor General, Iván López Fernández, sé de más de un caso donde habrá festejo en grande.
Hace ya varias semanas, una noche, mientras cenaba en un restorán, se me acercó muy atenta y respetuosa una persona quien, para mi sorpresa, me hizo una propuesta que me sorprendió: me ofrecía una retribución económica generosa si, me dijo, la ayudaba a denunciar al Contralor y a lograr que lo despidieran.
Me comentó que tenía mucha información que lo involucraba en malos manejos, que abusaba del cargo, que hacía muchos negocios al amparo del poder con un despacho que tiene, que se estaba súper enriqueciendo, que colocaba en puestos claves a sus socios o cómplices, además de que actuaba arbitrariamente contra el personal de la Contraloría.
Pero no fue el único caso. Otra persona ofreció darme documentos del negocio que hacía su despacho en el sexenio anterior, cobrando hasta 500% más de lo establecido las auditorías a la Secretaría de Salud abusando de su cercanía con el poder, hasta que al inicio de la actual administración le pararon el negocio. En venganza, cuantas veces pudo inventó irregularidades y ordenó auditoría tras auditoría a la dependencia.
Hubo trabajadores de muchos años, auditores y personal de la Contraloría de diferente nivel que sufrió despido, injustificado me dijeron siempre, muchas veces para beneficiar a los suyos. No lo olvidan pues son jefes de familia, padres, a quienes se les privó del sustento diario.
Alguien que ya no lo aguanta, según se sabe, es el propio titular del Orfis, Antonio Portilla, a quien lo ha traído muy presionando exigiéndole posiciones para sus recomendados, queriendo hacer del Orfis una dependencia de la Contraloría; una forma de presión, me dijo una persona de adentro, ha sido filtrar ataques contra Portilla en algunos medios. “Ya lo odiamos”.
Si se concreta su salida, muchas familias veracruzanas le agradecerán al gobernador Javier Duarte de Ochoa su acción que, seguramente, al menos tomarán como una forma de desquite, aunque quisieran llevarlo a prisión.
Rodrigo Montoya, joven con futuro
Estuvo propuesto para ser regidor del Ayuntamiento en la comuna que presidirá Américo Zúñiga Martínez, pero, ya se sabe, también las posiciones para la oposición cuentan, motivo por el cual el presidente del Frente Juvenil Revolucionario de Xalapa, Rodrigo Montoya Rivera, quedó descartado para llegar a ser edil.
No obstante, al parecer Américo lo tiene contemplado para invitarlo a formar parte de su equipo de trabajo, probablemente en el Instituto Municipal de la Juventud, lo que estimularía a este joven que tiene pasta de político y que ojalá y se logre pero, sobre todo, que se logre bien sin caer en los vicios políticos de sus mayores.
Con él iba como suplente para la regiduría otro joven prospecto, Jacob Zayas García, ex compañero fotógrafo de prensa, abogado, auxiliar algún tiempo del hoy senador Héctor Yunes Landa, a quien ojalá y se le dé una oportunidad porque se la merece. Américo tiene la palabra.